¿Conoces las numerosas propiedades del limón?
Los botánicos afirman que el limonero es un árbol subtropical de origen asiático que se ha adaptado muy bien al clima mediterráneo.
Es un excelente protector
del hígado y, al mismo tiempo, muy eficaz para ayudar a cuajar la leche
destinada a hacer requesón y queso fresco.
La limonada,
o zumo de limón, es muy rica en minerales y disfruta de numerosas propiedades
refrescantes y antisépticas.
En la tradición medicinal popular la limonada ha sido utilizada,
con notable eficacia, como desinfectante
de las heridas, para bajar la fiebre y la aliviar las afecciones de las vías
respiratorias, las afonías y las inflamaciones de la garganta.
Además, el limón regulariza
las malas digestiones y diversas alteraciones del organismo ya que promueve la
formación y secreción de la bilis y ayuda enormemente a metabolizar las grasas,
neutraliza y elimina las toxinas.
El limón es, sobre todo, uno de los mejores antiescorbúticos y se mostró particularmente eficaz
durante las epidemias de la fiebre amarilla.
Además, el limón es de gran utilidad para desinfectar y cicatrizar las heridas.
A pesar de sus numerosas propiedades, no se puede abusar de él como remedio, ni en la mesa.
Con todo, la
piel del limón es ideal para aromatizar postres y hacer mermeladas, y su zumo
es un buen sustitutivo del vinagre en las marinadas y ensaladas.
De la flor del limón y del naranjo agrio (lat., Citrus aurantium) se
elabora el agua
de azahar y,
mezclada dicha flor con hojas de melisa o toronjil, se prepara la llamada Agua del Carmen, que
es muy eficaz para
los desfallecimientos y el mareo.
El limonero es un árbol de hoja perenne de floración continua a lo
largo de todo el año; los limones nacen sobre las ramas mixtas y, aunque sea autofértil, conviene
plantar distintas variedades para garantizar la polinización.
Es un árbol que agradece el clima templado y no resiste bien las heladas
fuertes.
Los antiguos capuchinos también solían preparar una excelenteconfitura con la piel de la naranja agria y con
la flor de esta variante del naranjo.
Los estamentos rurales preparaban un tónico aperitivo que, por su eficacia,
disfrutó de gran acogida entre los desganados.
En la tradición medicinal de los capuchinos, el zumo de limón
también era utilizado en las enfermedades
biliares: “Una copa de caldo de limón es magnífico remedio para
la bilis” (BHC, Pócimas
de capuchino,60).
Y a propósito del cultivo del limonero, los frailes experimentaron
que “el limonero alcanza un desarrollo parecido al naranjo y es muy sensible a
los vientos secos. El limonero prospera en los suelos algo sueltos y
sustanciosos, bien abonados con estiércol repodrido. Le conviene humedad, pero
no exagerada”, escribían los antiguos hortelanos.
Por Fray Valentí Serra de
Manresa, archivero de los capuchinos
Artículo
publicado originalmente por Catalunya
Cristiana
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