TODO ESTÁ CONECTADO


«Su vasto despliegue debería hacerle sentir minúsculo y solo, pero le producía el efecto contrario; era a la luz del sol cuando experimentaba un sentimiento de soledad más acuciante. Algunos días le estrujaba el alma, esa sensación de que se había alejado tanto del mundo cotidiano, que ya nunca podría volver atrás. Pero entonces caía la noche y revelaba el tesoro oculto del cielo –las estrellas, al fin y al cabo, no desaparecían durante el día, tan sólo dejaban de verse– y su sentimiento de soledad remitía, reemplazado por la intuición de que el universo, pese a su inescrutable inmensidad, no era un espacio implacable e indiferente a la vida y a la muerte, y en el que todo sucedía por accidente, sino una red de hilos invisibles en la que todo se hallaba interconectado, incluido él. Y a lo largo de esos hilos latían las preguntas y las respuestas de la existencia igual que una corriente alterna, las penas y los remordimientos, pero también la alegría e incluso la dicha, y si bien desconocíamos el origen de la corriente y si siempre sería así, cualquiera podía percibirla si se concedía la oportunidad; y si en algún momento Michael Fisher –Michael Circuitos Primer Ingeniero de Electricidad y Energía, Jefe del Tráfico y constructor del Benrgensfiord– la percibía con absoluta intensidad, era cuando miraba las estrellas.

Justin Cronin, Ciudad de Espejos

No hay comentarios:

Publicar un comentario