DE SILENCIOS QUE PESAN, ABRAZOS A LOS QUE AGARRARSE Y GENTE SIN REMEDIO


Me llamo Pady, tengo 46 años y tengo la gran suerte de vivir en una granja preciosa, llena de animales y niños, y con valores humanos y de fe incrustados en cada rincón.

A mi yo de hace 10 años, que estaba empezando un gran proyecto profesional en la granja, para transformarla en granja escuela, le diría: Pady, aprende a decir las cosas a los demás. Las cosas que no te gustan también se pueden decir de manera tranquila y es importante decirlas porque sino con el paso de los años se quedan ahí contigo, y a ti te pesan y los demás no tienen ni idea del peso que llevas encima, porque nunca lo has dicho. Hablar las cosas nos ayuda a todos, y hace que nos comprendamos y conozcamos mejor.

También le diría a ese yo más joven que la humanidad, la relación con las demás personas, el saber cómo ayudar a otros, el ser Samaritano con los otros es lo que te va a dar la felicidad. Y tienes que saber cómo hacerlo, ninguno nacemos aprendidos en este tema, cuantos más recursos tengas, más posibilidades puedes ensayar y por lo tanto mejor vas a llegar al fondo.

Los niños que hoy tienes a tu alrededor, un día van a ser adolescentes y en esa edad, necesitan fuertes brazos donde agarrarse cuando todo se tambalea, cuando hasta ellos mismos se tambalean. Los mayores que tienes a tu alrededor se harán viejos y necesitarán de tu ayuda para aprender a vivir la vida de otra manera. Por todo esto, vete creando relaciones que sanen, que curen y que cuiden a los que tienes a tu lado, para que cuando un día te necesiten de verdad puedan recurrir a ti sin miedos ni prevenciones.

Siempre sueñas con poder ser un poco como Jesús de Nazaret, un poco refugio, un poco sabiduría, un poco amor donde puedan refugiarse los heridos, los excluidos. Si sueñas ser una persona que ayuda a otras a sanarse, lucha por ello, comprométete, mirando siempre a los que te encuentras en los caminos, porque esos son a los que tendrás que escuchar y sanar. No pienses que algunas personas no tienen remedio, Jesús siempre estaba al lado de los que no tenían remedio, apuesta por ellos, y ponte a su lado, porque no sabes cómo será su camino.

Y vive entregada y comprometida, porque sólo haciendo felices a los demás puedes ser tú feliz, sólo luchando con los demás contra las injusticias, podrás construir Comunidad para el Reino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario