Amar la gracia
delicada
del cisne azul y de
la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas
que se abren
y la de las sonrisas
que se alargan....
Amar la plenitud del
árbol,
amar la música del
agua
y la dulzura de la
fruta
y la dulzura de las
almas
dulces..., amar lo
amable, no es amor:
Amor es ponerse de
almohada
para el cansancio de
cada día;
es ponerse de sol
vivo en el ansia
de la semilla ciega
que perdió
el rumbo de la luz,
aprisionada
por su tierra,
vencida por su misma
tierra... Amor es
desenredar marañas
de caminos en la
tiniebla:
¡Amor es ser camino y
ser escala!
Amor es este amar lo
que nos duele,
lo que nos sangra
por dentro.
Es entrarse en la
entraña
de la noche y
adivinarle
la estrella en
germen... ¡La esperanza
de la estrella!...
Amor es amar
desde la raíz negra.
Amor es
perdonar;
y lo que es más que
perdonar,
es comprender...
Amor es apretarse a
la cruz, y clavarse
a la cruz,
y morir y
resucitar
¡Amor es resucitar!
Dulce María Loynaz

No hay comentarios:
Publicar un comentario