EL SIEMPRE ES BUENA NOTICIA


Dios nace, no nació. Dios existe, no existió. Dios se encarna, no se encarnó. Dios llama a la puerta, no llamó. Dios es pequeño, no lo fue. Dios se abre paso hoy y aquí, no hace más de 2000 años en Belén de Judea. Dios necesita de personas que le sigan trayendo al mundo, a este, al tuyo, al nuestro. Dios no buscó fama, ni dinero, ni protagonismo. Dios no irrumpió en la Tierra entre trompetas y tambores. Dios no dio rueda de prensa ni tuiteó su nacimiento. Dios no se preocupó de salir en los primeros resultados de Google, al ser buscado. Dios no buscó reconocimiento. Te buscó a ti. Y a mí. Y nos buscó fuera del ruido, de la ciudad, de las cómodas posadas, de las calles iluminadas… Nos invitó a salir de todo eso, a viajar a lo apartado de nuestro corazón, al silencio de nuestra alma, a los rincones de nuestro ser a veces fríos y húmedos, allí donde Él pudiera ser Buena Noticia.

Santi Casanova

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