Me mola ser guay. Llevo unas gafas Ray-Bin, que fardan mucho. Cómo me queda mi nuevo suéter de Jimmy Jilifinguer. No me cansaría de ponérmelo y quitármelo. Además va a juego con mis lentillas bicolores occhiali. Es una pena no poder llevar al tiempo gafas y lentillas. A ver si algún actor de Jiliwood lo pone de moda. Los Kelvin Clain no se ven demasiado; es el problema de la ropa interior; habrá que poner de moda llevar los gayumbos por fuera de los Live´s 701.¿Y qué decir de mi colección de polos de Mínimo Dutti? Me encantan los juegos de colores que se pueden conseguir combinando el naranja butano y el verde pistacho. Ahora estoy en pleno proceso de selección de peinado.
Gustar gustar me gusta el pelo corto (estilo Beckham última reencarnación), pero tiene la pega de que con él no se puede usar gomina, y la verdad, es que lo de dar forma al tupé me entretiene mucho, así que optaré por un estilo puerco-espín (sin ofender), con varias capas. Después de largas horas de meditación he llegado a la conclusión de que soy lo más original y auténtico y único. Es verdad que todos mis amigos guays que llevan Ray-bines, kelvin cleins, jilifinguers y demás también son muy originales y únicos. Por cierto, tendré que comprar una cazadora de ante, que voy a ser el único tío original que no la tenga esta temporada. Es la ventaja de que todos seamos únicamente clónicos., que las tendencias ya están definidas. ¿Me está quedando demasiado sarcástico? No fastidies. Anoto tu observación y la meto, junto con mi ejemplar de Henry Puter (la única lectura que he hecho en años), en mi mochila Quicksilvo con dieciocho bolsillos y cremallera atómica.
La verdad es que a veces uno no sabe dónde han de ponerse los límites en esto de ir por la vida de hombre-anuncio. No se trata de pasarse la vida militando en contra de algo que te entra por todos los poros, pero, si nos van a convertir en escaparates humanos, al menos que nos paguen, ¿no?. Es que está muy difícil esto de ser únicos hoy en día.
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