TU PALABRA NOS CAMBIA EL CORAZÓN


La palabra de Dios se me ofrece generosamente, sale a mi encuentro. Espera enraizarse y germinar en mí. Pero nada es automático. Para obtener una buena cosecha, tengo que colaborar, que abrirme a esa palabra, preparar mi tierra, mi corazón, tengo que dejarme transformar por ella. 
Esta palabra de Dios que me busca, esta palabra que escucho con atención, me pone en diálogo con el Señor, él se comunica conmigo. Quiere de mí una vida plena,  cargada de frutos, dispuesta al cambio, identificada con su mensaje. Pienso si estoy poniendo en práctica lo que el Señor me pide, pienso si lo que él me transmite me moviliza.
Eres Palabra de Vida,
en Ti, la promesa ya anunciada
toma carne, y es cumplida.
Eres silencio elocuente que
sabe proclamar a gritos cuál es el querer del Padre.
En tu Palabra, Jesús,
encontramos la respuesta a tanta pregunta abierta,
de tanta esperanza cierta.
Haznos contigo palabras
gestada en silencio, tierna,
que se ofrece oportuna
a nuestra hermana que espera,
que se ofrece oportuna
a nuestro hermano que espera.
A PASTORAL

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