
La mirada de Dios es una mirada misericordiosa que me salva. Su perdón me convierte en misericordioso.
Necesito experimentar el amor humano para comprender el amor de Dios. El vínculo humano, el puente de carne, el perdón de los hombres.
Es el amor humano el que me lleva a tocar el amor de Dios. El amor que me perdona cuando he hecho daño y ofendido.
El perdón es mi salvación. Me perdonan y yo me hago capaz para el perdón. La misericordia que recibo me lleva a perdonar la ofensa que me han causado.
Aleteia
No hay comentarios:
Publicar un comentario