ABRAZA LA VIDA


Dejar que la luz de la Palabra de Aquel que es dueño de la vida y de la muerte, del día y de la noche, alumbre el camino.
Nada sucede por casualidad. Todo está en sus Manos, en su Amor entregado por nosotros. “No sé hacia dónde Dios me lleva, pero sé que él me guía” nos dice Edith Stein.
En este Dios Padre, que nos ama entrañablemente, ponemos hoy nuestra confianza y esperanza y decimos con el salmista:

Tú eres mi pastor,nada me faltaen verdes praderas me haces recostar;me conduces hacia fuentes tranquilasy reparas mis fuerzas;me guías por el sendero justo,por el honor de tu nombre.Aunque camine por cañadas oscuras,nada temo, porque tú vas conmigo:tu vara y tu cayado me sosiegan.

Preparas una mesa ante míenfrente de mis enemigos;me unges la cabeza con perfume,y mi copa rebosa.Tu bondad y tu misericordia me acompañantodos los días de mi vida,y habitaré en la casa del Señorpor años sin término.


Cipe

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