"QUE TODOS SEAMOS UNO, COMO TÚ PADRE"


Señor Jesús,
cuando estabas a punto de dar tu vida por nosotros,
rezaste al Padre: “No ruego sólo por éstos,
sino también por todos aquellos que creerán en mí por su palabra.
Que todos sean uno, como tú, Padre,
estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros…”
Hoy, cuando nos enfrentamos una vez más con la división
y el conflicto causados por el pecado del racismo,
unimos nuestras voces a tu voz y rezamos:
Que todos seamos uno—
todas las naciones y razas,
jóvenes y mayores, cercanos y lejanos.
Que todos podamos sentirnos como uno— amados,
no temidos. A salvo, no inseguros.
Valorados, no despreciados. Elevados, no derrotados.
Que todos trabajemos como uno—no para derribar, sino para construir.
No solo para detener la violencia, sino también para promover la paz.
No solo para restablecer el orden, sino también para garantizar la justicia.
No para favorecer a unos pocos, sino para defender la dignidad y los derechos de todos.
Que todos seamos uno.
Que todos nos reconozcamos como una familia, como hijos e hijas de Dios.
Que estemos unidos aquí en esta tierra, y que nuestros lazos de caridad y amor nos lleven a la vida eterna.
Amén

CRS

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