Cristo se consume sobre todo por el celo de la casa de Dios que hay en cada uno de nosotros y no quiere que se convierta en un comercio, ni que la casa de oración se convierta en una cueva de ladrones... Dios no quiere que nada extraño a su voluntad se mezcle en el alma de los… pic.twitter.com/wL5SDHXArs
— SIGLO II (@siglodos) March 2, 2024
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