«Todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis». #EvangelioDelDía pic.twitter.com/4Y2n5Vf4Wl
— Teología de andar por casa (@teologiadapc) June 26, 2024
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