Ahora que aparecen por todas partes análisis de lo más variopintos y contradictorios sobre la figura del nuevo Papa, creo oportuno recoger en este post las noticia que hemos publicado sobre él en su etapa como Cardenal y Arzobispo de Buenos Aires. Quizás sirvan para hacernos una idea de cuál es su pensamiento sobre determinados temas que, sin lugar a dudas, van a estar presentes en la actualidad mundial en los próximos años.
Junto con los enlaces a las noticias, copiaré algún párrafo destacado de las mismas. La lista no sigue necesariamente un orden cronográfico:
“Hay que poner la cara y decir: esto es cultura de la vida, esto es vida, todo lo contrario a la cultura de la muerte; si alguien ve que alguna de estas cosas falta, díganle que no, que por ese camino no se va a ninguna parte, que por ese camino se fracasa siempre".
“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios".
“… justicia por estos hombres y mujeres sometidos a la trata de personas en cualquiera de los rubros: talleres clandestinos, prostitución, chicos sometidos en trabajos de granjas y los cartoneros que viven de las migajas que caen de la mesa de los satisfechos".
“El Dios nuestro que vive en la ciudad y se involucra en su vida cotidiana no discrimina ni relativiza. Su verdad es la del encuentro que descubre rostros y cada rostro es único. Incluir personas con rostro y nombre propios no implica relativizar valores ni justificar antivalores, sino que no discriminar y no relativizar implica tener fortaleza para acompañar procesos y la paciencia del fermento que ayuda a crecer. La verdad del que acompaña es la de mostrar caminos hacia adelante más que juzgar encierros pasados".
“Nuestro pueblo nos quiere pastores y dedicados a esta tarea de provocar y cuidar el encuentro con Dios y bien sabemos que en este trabajo por el Reino estamos asediados por tantas tentaciones de la mundanidad. Me refiero a que nos vemos como arrastrados a vivir de una manera mundana, buscando el honor del ministerio episcopal y abandonando, en cambio, las obligaciones de este ministerio. Descuidamos fácilmente el ministerio de la predicación y, para vergüenza nuestra, nos continuamos llamando obispos; nos place el prestigio que da este nombre, pero en cambio no poseemos la virtud que este nombre exige".
“Porque vivimos en medio de una cultura cada vez más pagana. Una cosa es ser pagano si uno nació en una cultura que no conoce aún la verdad del Evangelio y la bondad de Jesucristo. Pero para nosotros, hacer como si Jesucristo no hubiera venido a salvarnos, es dar un paso muy atrás. Es como negar a nuestros padres y a nuestros abuelos. Es como querer no tener historia. Es como si eligiéramos ser huérfanos, gente desamparada, que tiene que empezar de cero sin contar con el tesoro de la sabiduría de nuestros mayores. Al hacer como si Jesucristo no existiera, al relegarlo a la sacristía y no querer que se meta en la vida pública, negamos tantas cosas buenas que el cristianismo aportó a nuestra cultura, haciéndola más sabia y justa; a nuestras costumbres, haciéndolas más alegres y dignas".
“Nunca podremos enseñarle a un chico el horizonte de grandeza de la patria) si usamos nuestra dirigencia como escalón de nuestras ambiciones personales, para nuestro trepar cotidiano, para nuestros mezquinos intereses, para abultar la caja o para promover los amigos que nos sostienen".
“Jesucristo Señor de la historia, danos la gracia de saber gozar de nuestra hermandad y amistad humilde que nos motive a construir juntos, porque nos sentimos hijos de tu Padre y Padre nuestro. Despierta nuestro corazón dormido en rivalidades y mezquindades, antes que sea tarde. Que no escuchemos con soberbia y ambición los miedos que nos vacían y ahuecan, sino que carguemos el yugo suave del compartir sin manipular, porque es un deber de justicia con nuestros hermanos, con nosotros mismos, y contigo".
“Les estamos dando a las futuras generaciones una cultura de muerte. No sólo la droga mata, sino también el egoísmo y la indiferencia de los que tenemos la responsabilidad de educar".
“Éstos son los hipócritas de hoy. Los que clericalizaron a la Iglesia. Los que apartan al pueblo de Dios de la salvación. Y esa pobre chica que, pudiendo haber mandado a su hijo al remitente, tuvo la valentía de traerlo al mundo, va peregrinando de parroquia en parroquia para que se lo bauticen".
“Igual que nosotros hoy, muchos vinieron durante siglos hasta este lugar reconociendo en las palabras del Evangelio una pertenencia, una pertenencia de hijos. Aquí como hijos renovamos la dignidad de personas, porque la Virgen Madre nos lleva a Jesús que nos enseña con su Palabra y nos entrega su vida".
“¡Por favor, no nos lavemos las manos, porque si no somos cómplices de esta esclavitud!”
“No podemos responder con verdad al desafío de erradicar la exclusión y la pobreza si los pobres siguen siendo objetos, destinatarios de la acción del Estado y de otras organizaciones en un sentido paternalista y asistencialista, y no sujetos, donde el Estado y la sociedad generan las condiciones sociales que promuevan y tutelen sus derechos y les permitan ser constructores de su propio destino".
Que yo sepa, no tenemos más material informativo sobre él, aunque no descarto que aparezca nombrado en alguna otra de nuestras noticias.
Y bien, ¿qué puedo decir tras repasar las palabras de nuestro Papa cuando era cardenal? Dios sabe lo que se hace, estimados hermanos.
Lus Fernando Pérez Bustamante
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