Cuanto pido lo recibo de
ti, pues tú pones en mis labios y en mi corazón el deseo de ti. En ti
recibo todo cuanto soy, todo a lo que aspiro. Por ti suspiro, Dios mío,
mi ser está inquieto hasta que descanse en ti. Pedid y se os dará, y
pido que te des sin medida para que me pueda dar a ti.
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