SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

En el inicio del tiempo de Jesús, -la plenitud de los tiempos- está la mujer, como estuvo al inicio de la creación. Esa mujer se llama, como nos dice Lucas, María, la madre de Jesús, Hoy la Iglesia quiere que la veneremos como Madre de Dios. Supone establecer un origen humano al mismo Dios. En realidad la expresión “Madre de Dios” no es una expresión mariana, sino cristológica, pues lo que quiere expresar es la unión en el niño Jesús de la persona del Verbo divino. En María se junta el tiempo y la eternidad. Y se nos entrega un tiempo preñado de eternidad, de realidades que son más fuertes que el fin de nuestro tiempo, más fuertes que la muerte, alcanzan su plenitud tras la de ella: el amor, la verdad, la intimidad con Dios, la fraternidad humana, etc. Que, a su vez, constituyen lo más propio y digno de la naturaleza humana. Por el nacido de María el ser humano desborda el tiempo.

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