"Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECIS QUE SOY YO"?

A la pregunta de Jesús: ¿quién decís que soy yo?, Pedro hace su confesión de fe y lo reconoce como el Mesías, por revelación del Espíritu Santo. Confesar a Jesús como Mesías supondrá sufrimientos, por eso Jesucristo confirma a los apóstoles primero en la fe antes de anunciarles su pasión y muerte.
El mismo Pedro, que en un primer momento habla inspirado por el Espíritu Santo, momentos después se hace portavoz del diablo, el demonio se vale de él para tentar a Jesús e intentar apartarlo de la voluntad de Dios. A veces también nosotros los cristianos, tenemos esta misma actitud de Pedro, nos escandalizamos ante el sufrimiento y nuestra tentación es querer cambiar los acontecimientos; pensamos que nosotros podríamos hacer mejor las cosas, sobre todo, quitando la cruz y las contrariedades de en medio. 
El demonio siempre nos tentará para que en la cruz sólo veamos muerte y dolor. Los cristianos sabemos que seguir al Mesías, a Jesucristo, significa participar de sus sufrimientos; pero también sabemos que la Cruz es gloriosa, que la última palabra no la tiene la muerte sino la Resurrección y la Vida.
¡Que el Señor nos conceda su Espíritu para ser consecuentes con nuestra fe y que nuestros pensamientos y acciones se vayan trasformando en los pensamientos y actuar de Dios!

No hay comentarios:

Publicar un comentario