HISTÓRICAS MUESTRAS DE FE EN EL FÚTBOL

La fe se hace presente de nuevo en el Mundial de Brasil

Brasil es el centro de atención mundial, y gracias a los medios de comunicación, la XX edición de la Copa Mundial de Futbol es seguida por millones de personas en todo el mundo, en lo que se puede afirmar es uno de los acontecimientos más vistos de la historia.

El deporte, más que el simple entretenimiento, se constituye como un vínculo de convivencia y paz. No obstante en Brasil, se han presentado algunas protestas en fechas recientes por las altas inversiones que el gobierno de ese país ha hecho en torno a la organización del campeonato.
El fútbol siempre ha despertado pasiones en el público. Mujeres y hombres, niños y adultos se cuentan entre los aficionados. Por algo dijo el papa Juan Pablo II en el año 2000: “El fútbol es un método excelente para promover la solidaridad en un mundo afectado por las tensiones raciales, sociales y económicas”.
Por su parte, el papa emérito Benedicto XVI, interesado por el impacto en la sociedad global de estos eventos masivos, también hizo comentarios sobre el tema, y dijo que “no hay casi ningún otro acontecimiento en la tierra que alcance una repercusión de vastedad semejante, lo que demuestra que con ello está tocándose algo radicalmente humano, y cabe preguntarse dónde se encuentra el fundamento de este poder en un juego”.
Por todos es sabido que el Santo Padre Francisco es un gran aficionado al fútbol, e incluso es miembro permanente de algunas federaciones de su país natal. Hasta el Vaticano han viajado deportistas a saludarlo, y en una de sus homilías pronunciadas en Río de Janeiro, Brasil, durante el Encuentro Mundial de la Juventud, dijo metáforas alusivas a este deporte.
Varios pontífices han coincidido en que este tipo de encuentros deben ser aprovechados para promover valores, e incluso dar testimonio de fe y evangelizar, y en efecto, mediante espontáneos actos de algunos deportistas, entrenadores y aficionados, esto ha sido posible.
En el contexto de una exposición que tuvo lugar en el Museo de la Basílica de Guadalupe, en el año 2006, titulada Pasión y fe, el entonces rector del Santuario, monseñor Diego Monroy, señalaba que en algunos encuentros deportivos se presentaban sorpresivos momentos místicos, sinceros momentos de euforia, cuando algunos deportistas se persignaban, como lo hace Javier el “Chicharito” Hernández, antes de iniciar un partido; otroscaen de rodillas o apuntan con su dedo al cielo para dar gracias después de meter un gol; unos más encomiendan sus acciones a Dios y reconocen los dones recibidos por Él, y portan imágenes religiosas al cuello, como es el caso de rosarios, escapularios o medallas, tambiéncamisetas estampadas con la imagen de la Virgen de Guadalupe, debajo de la playera del uniforme.
La lista de jugadores que han recurrido a estas prácticas es enorme, pero se pueden citar como ejemplo a algunos de talla internacional como Pelé, Maradona y Hugo Sánchez, o local como Cuauhtémoc Blanco, Rafael Márquez Lugo, “El Bofo” Bautista, Juan Carlos Medina, Yegros o el “Kikín” Fonseca, entre otros.

Javier el “Chicharito” Hernández ha dicho en repetidas ocasiones que sus plegarias, antes de iniciar cada partido, “son una rutina importante para mí; no es una superstición.”
Estos gestos nos hacen recordar el Evangelio de san Mateo (10: 32-33): “Si alguien se declara en mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo; pero al que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo”.

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