Aunque no lo tenga todo claro
«Para ser libres el Mesías nos ha liberado: manteneos, pues, firmes y no os dejéis atrapar de nuevo en el yugo de la esclavitud.» (Gal 5, 1) |
Merece la pena atravesar
las incertidumbres, con una mirada puesta en lo invisible, y la otra en lo
concreto.
Merece
la pena reconocer que se nos escapan muchas cosas y, sin embargo, el corazón te
dice: «Él Vive». Entonces escuchas el evangelio, y descubres que habla de ti, y
de mí, y de tantos otros. La gente te dice: «Pero, ¿todavía vas a misa?»
«¿Rezas?» «¡Venga ya!» Y tú quieres decirles que sí, que en esa vivencia
aterrizada de la fe hay mucha más hondura de la que intuyen, mucha más pasión
de la que se adivina a primera vista, y que no
cambiarías las mil preguntas que a veces te muerden por un minuto de
confortable indiferencia.
¿Qué tiene tu fe de vivir a contracorriente? |
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