El Pontífice pidió “vencer todos los miedos que Europa – junto a todo el mundo – está atravesando” a través de la confianza y la unión.
Una esperanza “en el Señor, que transforma el mal en bien y la muerte en vida”. El Papa venido del sur del mundo siguió los pasos de su predecesor, Papa Juan Pablo II, visitando después de 26 años el Parlamento Europeo con un mensaje esperanzador para alzar la moral a 500 millones de ciudadanos y mover a la acción responsable los representantes de 28 países europeos.
El Pontífice abrió su discurso con un agradecimiento a las instituciones y dirigió “un mensaje de esperanza basado en la confianza de que las dificultades puedan convertirse en fuertes promotoras de unidad, para vencer todos los miedos que Europa - junto a todo el mundo - está atravesando”.
Una institución que tiene que demostrar que está viva porque sirve a las personas. “Junto a una Unión Europea más amplia, existe un mundo más complejo y en rápido movimiento. Un mundo cada vez más interconectado y global, y, por eso, siempre menos «eurocéntrico». Sin embargo, una Unión más amplia, más influyente, parece ir acompañada de la imagen de una Europa un poco envejecida y reducida, que tiende a sentirse menos protagonista en un contexto que la contempla a menudo con distancia, desconfianza y, tal vez, con sospecha” sostuvo el Papa.
“Un mensaje de aliento - continuó - para volver a la firme convicción de los Padres fundadores de la Unión Europea, los cuales deseaban un futuro basado en la capacidad de trabajar juntos para superar las divisiones, favoreciendo la paz y la comunión entre todos los pueblos del Continente.
En el centro de este ambicioso proyecto político se encontraba la confianza en el hombre, no tanto como ciudadano o sujeto económico, sino en el hombre como persona dotada de una dignidad trascendente".
Aplausos para el Papa y protesta de algunos parlamentarios
El Papa ha sido interrumpido 12 veces durante su discurso por los aplausos entusiastas de los parlamentarios europeos. No obstante, el clima de fiesta y calidez reservada al Papa, por otro lado, seis diputados españoles abandonaron la Eurocámara durante el discurso. Los eurodiputados de izquierda extrema dejaron la sala del Parlamento para protestar por la invitación al Pontífice que tacharon de hacer un sermón religioso que no cabe en una “institución secular”.
En la ciudad francesa de Estrasburgo, el Sucesor de Pedro, antes de su alocusión, ha estrechado manos y pasado por un corredor engalanado en alfombra roja para saludar a los parlamentarios europeosy presentar su séquito a las autoridades locales, representadas principalmente por Martín Schulz, Presidente del Parlamento y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo.
Como es costumbre para los huéspedes ilustres, el Papa Francisco ha firmando el libro de la memoria del Parlamento Europeo con la siguiente dedica: “Deseo que el Parlamento Europeo sea cada vez más la Sede donde cada miembro conozca y haga si que Europa, consciente de su pasado, mire con confianza al futuro, para vivir con esperanza el presente”. Franciscus 25.11.2014.
El Santo Padre ha donado al Parlamento Europeo un cuadro mosaico que representa la paloma de la paz con una rama de olivo en el pico y que la retrae al lado de las estrellas de los países miembros de la Unión.
Al final de su discurso, el Presidente del Parlamento Europeo ha agradecido al Papa Francisco por sus palabras. “Con el corazón le agradecemos. Es una motivación para seguir adelante. Usted es una personalidad que puede orientar en un momento de desorientación. Las palabras del Santo Padre nos ayudan”.
ALETEIA
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