¿ESTÁ ÁFRICA SALIENDO DE LA POBREZA?

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Hay razones para el optimismo. Así lo afirmó ayer el profesor Ewout Frankema, de la Universidad de Wageningen (Países Bajos), durante una conferencia pronunciada este jueves, 22 de enero, en la Fundación Ramón Areces de Madrid y en la que analizó la evolución económica y demográfica de África, fundamentalmente a lo largo del siglo pasado y los años de esta centuria.
Los elevados índices de crecimiento del PIB en varias naciones del África negra durante los últimos 20 años (Angola, lidera el ranking mundial con un 11.1% en lo que va de siglo) y las previsiones de continuada expansión económica para los próximos años en diversos países no son algo nuevo en el continente. 
La depresión sufrida durante dos décadas, de 1975 a 1995, supuso un freno a años de prosperidad que experimentaron muchas naciones africanas, tras sus independencias. 
Las claves de estos últimos años de prosperidad en África (3 de las 5 economías que más crecieron en los últimos 10 años son africanas) hay que encontrarlas en las mejoras de su estabilidad macroeconómica, en el crecimiento en las exportaciones, las inversiones en infraestructuras, los destellos de una Revolución Verde y una reducción global de la conflictividad en el continente, según Frankema. 
Varias naciones africanas, señaló el joven catedrático holandés, partían, en 1995, de una situación de endeudamiento y depresión y aplicaron medidas de control de su elevada deuda y se vieron también favorecidas por una creciente demanda de sus materias primas por parte de países como China y Brasil. 
A esto hay que añadir una expansión demográfica, un crecimiento poblacional que se concentra sobre todo en las urbes africanas. 
El índice de crecimiento económico en las ciudades africanas es mucho más elevado en la zona subsahariana que en otras partes del mundo. Estas aglutinan mercados que focalizan altas inversiones en capital y en elemento humano. Las ciudades se convierten en centros con un gran potencial en cuanto a la división del trabajo y a la especialización. 
Lo novedoso en el caso africano, según Frankema, es que este desarrollo urbano está precediendo al aumento de productividad agrícola, al comercio extracontinental y a las inversiones extranjeras, al desarrollo de un sistema educativo apropiado, a un funcionamiento adecuado de las instituciones financieras y fiscales y a una conciencia de ciudadanía asentada en la tradición histórica. 
La clave para que ese crecimiento en las urbes, y por consiguiente en las economías pujantes africanas, resulte armonizado y revierta en una mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos depende de que el desarrollo agrícola sea capaz de sustentar una población urbana en expansión y unas instituciones políticas que ofrezcan la necesaria estabilidad. La conferencia de Frankema trajo a la mente de algunos de los presentes sucesos como el que desencadenó el inicio de las primaveras árabes en Túnez y el surgir de la conciencia ciudadana frente a los intentos de abuso de las autoridades políticas en Burkina Faso o, más recientemente, en República Democrática del Congo. 

Rafael Armada.  Publicado por Mundo Negro

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