CRISTO VIVE, ¡ALELUYA!

El papa Francisco presidió el sábado la solemne Vigilia de Pascua en medio de crecientes preocupaciones en el Vaticano por el martirio de muchos cristianos cuyo fallecimiento ha dominado esta temporada pascual.

El pontífice caminó en la oscuridad en una Basílica de San Pedro completamente silenciosa al comenzar la misa de la vigilia, que precede a la celebración del Domingo de Resurrección, en el que se conmemora la resurrección de Cristo luego de ser crucificado.
En su homilía, Francisco dijo que el misterio de la Pascua obliga a los fieles a buscar una respuesta "a las interrogantes que desafían nuestra fe, nuestra fidelidad y nuestra existencia misma".

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