“Dios no es un Dios mezquino: Él no conoce la mezquindad. Él da todo. Dios no es un Dios que se está quieto: Sale, espera que nosotros nos convirtamos. Dios es un Dios que sale: sale a buscar, a buscar a cada uno de nosotros. ¿Esto es verdad? Todos los días Él nos busca, nos está buscando. Como ya hizo, como ya se ha dicho en la Palabra de la oveja perdida o de la moneda perdida. Siempre es así”.
“Es verdad, nosotros siempre tenemos la costumbre de medir las situaciones, las cosas con las medidas que nosotros tenemos: y nuestras medidas son pequeñas. Por esto, nos hará bien pedir al Espíritu Santo la gracia, rezar al Espíritu Santo, la gracia de acercarnos al menos un poco para entender este amor y tener el deseo de ser abrazados, besados con la misma medida sin límites”.
Papa Francisco
No hay comentarios:
Publicar un comentario