BUSCO TU ROSTRO


FOTO
Deja por un momento tus ocupaciones habituales,
entra un instante en ti mismo,
apártate del tumulto de tus pensamientos.
Arroja lejos de ti las preocupaciones agobiantes
y aparta las inquietudes que te oprimen.
 
Reposa en Dios un momento,
descansa siquiera un instante en él.
Entra en lo profundo de tu alma.
Cierra la puerta de tu habitación
y búscalo en silencio.
 
Di con todas tus fuerzas al Señor:
“Busco tu rostro, Señor”.
Y, ahora, Dios mío,
enséñame dónde y cómo tengo que buscarte,
dónde y cómo te encontraré...
 
Señor, tú eres mi Dios,
tú eres mi Señor y nunca te he visto.
He sido creado para verte,
y todavía no he podido alcanzar el fin
para el que fui creado...
 
Míranos... Señor... escúchanos... ilumínanos,
muéstrate a nosotros.
Calma nuestros deseos y seremos felices.
Sin Ti todo es hastío y tristeza.
Ten piedad de nuestros esfuerzos por llegar a ti,
ya que sin ti nada podemos.
 
Enséñame a buscarte, muéstrame tu rostro,
porque si no me lo enseñas no puedo buscarte.
No puedo buscarte si tú no te haces presente.
Te buscaré deseándote, te desearé buscándote;
amándote te encontraré, encontrándote te amaré.

Publicado por la Revista Orar
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario