Hay tres modos de vivir, elegir e implicarse, partiendo de las situaciones más sencillas hasta las decisiones más vitales.
La primera es la del que pasa de todo. Se lava las manos y sólo piensa en él, es el que aparece única y exclusivamente cuando le conviene.
El segundo tipo es más generoso, piensa en él y luego en los demás. Hace lo que quiere y si puede, ayuda. Tiene una agenda "perfecta" y encuentra sentido a lo que hace, pero no arriesga. Se protege siempre en alguna justificación, mucho autoengaño y bastante mediocridad.
Por último, está el que lo da todo y pone en el centro a los otros. Arriesga y confía. Es la generosidad del que sabe renunciar a sus planes, del misionero que muere mártir o de la madre que vela por sus hijos.
Las personas que cambian el mundo pertenecen al último grupo, ¿y tú?
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