
Cuando nos acercamos a María pensamos en ella como Virgen y Madre, como Esposa y Modelo... Este sábado la hacemos presente desde una realidad que está en el inicio de todas las demás: "la oyente de la Palabra", la primera discípula que guardó en su corazón las palabras que salieron del Corazón de su Hijo. María no es para nosotros un modelo externo, es nuestra Madre, porque hizo vida en su corazón la palabra que brotó del costado abierto de Jesús: "Mujer, ahí tienes a tus hijos". Ir con ella de la mano es la mejor manera de escuchar, contemplar y vibrar, en este mes de junio con el Corazón de Cristo es la mejor manera de glorificar a la Santísima Trinidad.
"Cuando estaba diciendo esto, una mujer de entre la multitud dijo en voz alta: 'Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron'. Pero Jesús dijo: 'Más bien, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica` "Su madre guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón.
Somos Iglesia peregrina, pueblo de Dios en marcha, compuesto de gentes tocadas por la dicha. María es la primera peregrina. María Es dichosa porque escucha, guarda lo escuchado en el corazón y hace vida la palabra. Participamos de la dicha de María cuando nos apuntamos a la novedad de Jesús. María guarda todo lo de Jesús en el corazón, porque ahí es donde se unifican todas nuestras experiencias. No lo entiende del todo, pero va almacenando en su recuerdo detalles, gestos, sentimientos, palabras de Jesús. Es su manera de entrar en el misterio. El Espíritu, a lo largo de los siglos, mantiene vivo el recuerdo de Jesús en el corazón de las comunidades. De esa riqueza nos alimentamos nosotros cada día.
Santa María, servidora humilde que te fías de Dios. Santa María, que acoges las cosas grandes que hace en ti el Todopoderoso. Santa María, que vives la alegría de tu vocación. Santa María, que peregrinas en la fe y en la esperanza, a pesar de que una espada atraviesa tu corazón. Santa María, que no comprendes, pero meditas todo en tu corazón. Santa María, que permaneces junto a la cruz en la muerte de tu Hijo. Santa María, que nos enseñas a orar y oras con nosotros. Santa María, que nos pides que hagamos todo lo que Jesús nos dice.
Cipecar
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