DESDE ABAJO
Nos acostumbramos a direccionar la vista al cielo cuando buscamos a Dios. Casi todas las tradiciones religiosas, así como un son antropológico, ven en lo alto, en lo inalcanzable, en lo 'más allá', el destello de lo divino. Tantas noches mirando los astros para comunicarnos con el misterio que nos sostiene. Tanto sol que nombra a Dios.
Sin embargo, el Dios de Jesús deja las alturas y baja. Abandona lo abstracto y se concreta. Olvida la sacralidad proyectada e instaura una que, por más humana, más divina de contacto con el amor. Resulta que en Cristo lo sensible se vuelve olfato de sabidurías. Vista aguda de lo oculto que da a luz. Gusto a mesa compartida entre pares. Oído para el grito de quienes, en su debilidad, buscan fortaleza. Tacto de una carne que se vuelve a Dios y nos lleva con él.
Y DIOS RESPONDIÓ
El mundo había llamado a Dios,
pidiéndole respuestas
desde un silencio atronador: “Ven”.
Ven que no siempre sabemos cuidarnos, querernos, acogernos.
Ven, que demasiadas veces el egoísmo nos ha alejado a unos de otros.
Ven, que nos falta tu luz cuando caminamos en sombras
Ven, que sin ti andamos un poco huérfanos
Y Dios respondió.
Esa noche, en Belén, se juntaron muchos caminos.
A una cuadra, fuera de la posada y del refugio
llegó una pareja joven.
Ella había dicho “Hágase”, sin dudar ante la llamada de Dios.
Él se había fiado de un sueño.
Llegaron también unos sabios de Oriente, que buscaban respuestas.
Y unos pastores que acababan de ver trocada la soledad en fiesta.
Y allí, donde confluían compromiso, confianza,
afán de saber y necesidad,
justo allí
se hizo carne el Amor.
Se hizo vida la Promesa.
Se hizo historia Dios.
No seamos nosotros de los que se quedan lejos,
indiferentes o ajenos al misterio.
No seamos como el rey de corazón de piedra,
encerrado en su palacio
ni como los habitantes de la aldea
que ignoran que a su puerta ha llamado el salvador del mundo.
Seamos, más bien, nuevos profetas del Misterio.
Dios ya es, para siempre, el Dios-con-Nosotros,
y hoy, en esta noche Santa,
nos juntamos para cantarlo. Es la hora.
pidiéndole respuestas
desde un silencio atronador: “Ven”.
Ven que no siempre sabemos cuidarnos, querernos, acogernos.
Ven, que demasiadas veces el egoísmo nos ha alejado a unos de otros.
Ven, que nos falta tu luz cuando caminamos en sombras
Ven, que sin ti andamos un poco huérfanos
Y Dios respondió.
Esa noche, en Belén, se juntaron muchos caminos.
A una cuadra, fuera de la posada y del refugio
llegó una pareja joven.
Ella había dicho “Hágase”, sin dudar ante la llamada de Dios.
Él se había fiado de un sueño.
Llegaron también unos sabios de Oriente, que buscaban respuestas.
Y unos pastores que acababan de ver trocada la soledad en fiesta.
Y allí, donde confluían compromiso, confianza,
afán de saber y necesidad,
justo allí
se hizo carne el Amor.
Se hizo vida la Promesa.
Se hizo historia Dios.
No seamos nosotros de los que se quedan lejos,
indiferentes o ajenos al misterio.
No seamos como el rey de corazón de piedra,
encerrado en su palacio
ni como los habitantes de la aldea
que ignoran que a su puerta ha llamado el salvador del mundo.
Seamos, más bien, nuevos profetas del Misterio.
Dios ya es, para siempre, el Dios-con-Nosotros,
y hoy, en esta noche Santa,
nos juntamos para cantarlo. Es la hora.
UNA VERDADERO HISTORIA DE NAVIDAD
Cuenta una vieja leyenda que el fantasma de rey Federico I Barbarroja, muerto en Asia Menor camino de las cruzadas, vagaba por toda Europa esperando el establecimiento de un imperio alemán que dominase medio mundo, desde el Mediterraneo hasta Asia Menor. Todos los nacionalismos necesitan un mito que los sostenga. Como también necesitan un descerebrado que alimente y manipule ese mito. Barbarroja se convirtió en un símbolo del nacionalismo alemán en los siglos XIX y XX. Por eso, cuando Hitler diseñó la invasión de la Unión Soviética bautizó el ataque precisamente como Operación Barbarroja. El fantasma del rey Federico tenía que volver a la vida para ver el “Reich de los mil años”.
Pero en octubre de 1941 el ejército alemán había fracasado en dicho ataque. Pese a la movilización de casi 4 millones de soldados –entre ellos centenares de españoles encuadrados en la famosa División Azul- y la conquista de miles de kilómetros cuadrados, la Werhmacht era incapaz de ocupar Leningrado y Sebastopol. Los soviéticos parecían contar con una reserva infinita de soldados que provenían del otro lado de los Urales. Pronto, la toma de Moscú pareció algo imposible. Hitler, en junio de 1942, prefirió asegurar los yacimientos petrolíferos del sur de Rusia y encaminó a su ejército hacia el Cáucaso. Y fue allí, en agosto, cuando el ejército alemán se encontró con Stalingrado. Hitler y Stalin frente a frente. Y un lema común en ambos bandos: ¡Ni un paso atrás!
Dicen los expertos que en Stalingrado se ha librado la mayor batalla de la historia de la humanidad. Quizás suene demasiado bonito o aséptico calificar así semejante carnicería fruto de la cabezonería y la cerrazón de dos psicópatas, Hitler y Stalin, con muy poco –o nulo- aprecio a la vida humana. Tras unos combates durísimos, calle por calle, casa por casa, habitación por habitación, el ejército alemán se vio atrapado dentro de la ciudad. Todo el VIº ejército alemán –Más de 200.000 soldados y casi 10.000 civiles rusos- fueron cercados por el ejército soviético en pleno invierno.
Para los soldados alemanes se acercaba posiblemente la Navidad más triste. Con temperaturas de 20º bajo cero, rodeados de ratas y piojos, con apenas alimentos y atacados continuamente por los soviéticos, celebrar la Navidad se convirtió en el único hilo de esperanza que les unía con la vida.
Kurt Reuber era un pastor evangelista de 36 años, teólogo y artista, destinado en Stalingrado como médico de la 16º división blindada pánzer. Se hallaba en una bunker adaptado como enfermería. En uno de los pocos momentos de tranquilidad, sin heridos ni bombardeos, recuperó un viejo mapa ruso capturado al enemigo. Le dio la vuelta y con trozos de madera quemada, como si de un lápiz se tratase, en apenas 105 por 80 centímetros, esbozo la figura maternal de una Virgen que sostiene–protege- en los brazos a un Jesús recién nacido. Y enmarcando la imagen escribió las palabras del evangelista Juan Lich, Leben, Liebe: Luz, Vida, Amor.
Poco a poco la noticia se fue extendiendo entre los soldados alemanes. Muchos se desplazaban al búnker hospital de Reuber, arriesgando sus vidas ante los rusos, simplemente para contemplar el dibujo. El lugar pronto se convirtió en un santuario. Entre toneladas de armas, cientos de miles de muertos y en medio de una ciudad arrasada por la guerra e impregnada de odio, un pequeño dibujo hecho a carbón en la parte trasera de un mapa inservible se convirtió en la única señal de vida, de paz y de amor.
Semanas después, Kurt Reuber escribió a su mujer: Madre e Hijo están inclinados el uno hacia el otro, envueltos en un gran manto, que protege a ambos. Me vinieron a la mente las palabras de San Juan: Luz, Vida, Amor. Contempla en el niño al niño primerizo de una nueva humanidad, que nacido con dolor, relumbra sobre toda oscuridad y tristeza.
Que sea para nosotros el símbolo de una vida triunfante y de feliz futuro que tras tanta experiencia con la muerte, amaremos aún con más ardor y autenticidad, una vida que sólo merece ser vivida si es pura como los rayos de la luz y cálida como el amor.
Reuber falleció en enero de 1944 en un campo de prisioneros de Rusia. El dibujo fue llevado a Alemania antes del final de la Guerra. Actualmente se conserva en la Iglesia del Emperador Guillermo, en Berlín. Allí sigue pidiendo una oración por la paz, por el amor y por la vida.
HAY NAVIDAD EN LA PAZ DE LA ESPERANZA
TODAVÍA
Todavía "no hay lugar para ellos"
ni en Belén ni en Lampedusa.
¿Navidad es un sarcasmo?
"Si tu Reino no es de este mundo",
¿qué vienes a hacer aquí
subversivo, aguafiestas?
Para ser el Dios-con-nosotros
has de serlo en la impotencia,
con los pobres de la Tierra,
así, pequeño, así,
desnudo de toda gloria,
sin más poder que el fracaso,
sin más lugar que la muerte,
pero sabiendo que el Reino
es el sueño de tu Padre,
y también es nuestro sueño.
Todavía hay Navidad,
en la Paz de la Esperanza,
en la vida compartida,
en la lucha solidaria,
¡Reino adentro, Reino adentro!
¿Navidad es un sarcasmo?
"Si tu Reino no es de este mundo",
¿qué vienes a hacer aquí
subversivo, aguafiestas?
Para ser el Dios-con-nosotros
has de serlo en la impotencia,
con los pobres de la Tierra,
así, pequeño, así,
desnudo de toda gloria,
sin más poder que el fracaso,
sin más lugar que la muerte,
pero sabiendo que el Reino
es el sueño de tu Padre,
y también es nuestro sueño.
Todavía hay Navidad,
en la Paz de la Esperanza,
en la vida compartida,
en la lucha solidaria,
¡Reino adentro, Reino adentro!
Pedro Casaldáliga
TE SIGO
Parroquia de Villa del Río - Córdoba
Te sigo, Señor, niño del pesebre y de la noche desnuda,
niño del camino y la intemperie, niño de la vida familiar de Nazaret.
Te sigo, joven carpintero, lleno de preguntas, inquieto ante el mundo,
Te sigo, luz de Dios para un mundo con demasiadas sombras.Te sigo, profeta de la verdad y de un nuevo evangelio.
Y cuando llames a los discípulos, me sentiré también invitado
a participar en esa comunidad. Con tantos.
Te seguiré, o mejor, te seguiremos.
Hacia Jerusalén, y más allá de sus muros.
Hacia la vida, y más allá de la muerte.
Hacia la justicia, peleada a brazo partido.
Hacia el amor más auténtico.
En esta Navidad, celebrada día a día,
en el corazón y en la entraña de los bienaventurados.
MARÍA
Entre los personajes cercanos a Jesús, pocos como María. De ella no se dice mucho en los evangelios, pero lo que se dice es sorprendente. Madre, testigo, seguidora… Una mujer fiel a Dios, y capaz de ver más allá de lo cotidiano y establecido. Una creyente capaz de arriesgarlo todo. Una mujer valiente. Mucho más que un “icono”, mucho más que una idea, mucho más que un nombre… de ti decimos que eres madre.
Pastoralsj
DIOS SE OFRECE COMO NIÑO
Estamos acostumbrados a escuchar que “Dios ha nacido en un portal de Belén”. Ya no nos sorprende ni conmueve un Dios que se ofrece como niño. Lo dice Antoine de Saint Exupéry en el prólogo de su delicioso Principito: “Todas las personas mayores han sido niños antes. Pero pocas lo recuerdan”. Se nos olvida lo que es ser niños. Y se nos olvida que la primera mirada de Dios al acercarse al mundo ha sido una mirada de niño.
Pero esa es justamente la gran noticia de la Navidad. Dios es y sigue siendo Misterio. Pero ahora sabemos que no es un ser tenebroso, inquietante y temible, sino alguien que se nos ofrece cercano, indefenso, entrañable, desde la ternura y la transparencia de un niño.
Y este es el mensaje de la Navidad. Hay que salir al encuentro de ese Dios, hay que cambiar el corazón, hacernos niños, nacer de nuevo, recuperar la transparencia del corazón, abrirnos confiadamente a la gracia y el perdón.
J A Pagola
"TÚ ERES EL PAN DE LA VIDA"

Belén es el punto de inflexión para cambiar el curso de la historia. Allí, Dios, en la casa del pan, nace en un pesebre. Como si nos dijera: Aquí estoy para vosotros, como vuestro alimento. No toma, sino que ofrece el alimento; no da algo, sino que se da él mismo.
En Belén descubrimos que Dios no es alguien que toma la vida, sino aquel que da la vida. Al hombre, acostumbrado desde los orígenes a tomar y comer, Jesús le dice: «Tomad, comed: esto es mi cuerpo» (Mt 26,26). El cuerpecito del Niño de Belén propone un modelo de vida nuevo: no devorar y acaparar, sino compartir y dar.
Dios se hace pequeño para ser nuestro alimento. Nutriéndonos de él, Pan de Vida, podemos renacer en el amor y romper la espiral de la avidez y la codicia. Desde la “casa del pan”, Jesús lleva de nuevo al hombre a casa, para que se convierta en un familiar de su Dios y en un hermano de su prójimo. Ante el pesebre, comprendemos que lo que alimenta la vida no son los bienes, sino el amor; no es la voracidad, sino la caridad; no es la abundancia ostentosa, sino la sencillez que se ha de preservar.
Papa Francisco - Zenit
"SANTOS INOCENTES"
La muerte de los inocentes, de todos los inocentes, debe hacernos solidarios de tantos niños explotados, condenados a una infancia de miseria o carentes de cariño o educación, los niños no nacidos y rechazados. Sin embargo, el mal no tiene la última palabra, y José salvó a su hijo. Gracias, Señor, por tantas persona de buena voluntad que velan por los más pequeños de este mundo.
Verbo Divino
ESTAMOS CELEBRANDO LA OCTOVA DE NAVIDAD
Como es tradición en la Iglesia, la noche del 24 de diciembre se empieza a celebrar de manera solemne la Natividad del Señor y luego siguen ocho días llamados “Octava de Navidad”, que comienza el 25 de diciembre y concluye el 1 de enero, en los que igualmente se festeja el nacimiento del Niño Dios.
La celebración de la “Octava” tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, en el que los judíos festejaban las grandes fiestas por ocho días. Asimismo, tal como se lee en el Génesis (17, 9-14), hace muchos siglos Dios hizo una alianza con Abraham y su descendencia cuyo signo es la circuncisión al octavo día después del nacimiento.
Jesús mismo, como todo judío, también fue circuncidado al octavo día y resucitó el “día después del séptimo día de la semana”. Es así que la Octava (ocho días) sigue siendo una tradición muy importante en la Iglesia y por ello se ha establecido sólo dos en el calendario litúrgico: la “Octava de Navidad” y la “Octava de Pascua”.
En la Octava de Navidad también se celebran las siguientes fiestas importantes:
La celebración de la “Octava” tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, en el que los judíos festejaban las grandes fiestas por ocho días. Asimismo, tal como se lee en el Génesis (17, 9-14), hace muchos siglos Dios hizo una alianza con Abraham y su descendencia cuyo signo es la circuncisión al octavo día después del nacimiento.
Jesús mismo, como todo judío, también fue circuncidado al octavo día y resucitó el “día después del séptimo día de la semana”. Es así que la Octava (ocho días) sigue siendo una tradición muy importante en la Iglesia y por ello se ha establecido sólo dos en el calendario litúrgico: la “Octava de Navidad” y la “Octava de Pascua”.
En la Octava de Navidad también se celebran las siguientes fiestas importantes:
26 de diciembre: San Esteban es el primer mártir del cristianismo y representa a todos los que murieron por Cristo voluntariamente.
27 de diciembre: San Juan Evangelista es el joven y valiente apóstol que permaneció al pie de la cruz con la Virgen María. Es considerado el “discípulo amado” y representa a los que estuvieron dispuestos a morir por Cristo, pero no los mataron.
28 de diciembre: Los Santos inocentes representan a los que murieron por Cristo sin saberlo y a los millones de bebés que mueren hoy día con el aborto.
Domingo después de Navidad: La Sagrada Familia es modelo para todas las familias y símbolo de la unión de la Santísima Trinidad. Este año cae domingo 30 de diciembre.
1 de enero: María Madre de Dios. Todos los títulos atribuidos a la Virgen María tienen su raíz en este dogma de fe.
1 de enero: María Madre de Dios. Todos los títulos atribuidos a la Virgen María tienen su raíz en este dogma de fe.
Aciprensa
VIÓ, CREYÓ, CONTÓ

@scarRomano
Contemplado a Jesús vemos el Rostro de Dios Amor y aprendemos a reconocerlo en los rostros de nuestros hermanos.
Papa Francisco
SE OFRECE A NOSOTROS TODOS LOS DÍAS
El Señor sabe que necesitamos alimentarnos todos los días. Por eso se ha ofrecido a nosotros todos los días de su vida, desde el pesebre de Belén al cenáculo de Jerusalén. Y todavía hoy, en el altar, se hace pan partido para nosotros: llama a nuestra puerta para entrar y cenar con nosotros (cf. Ap 3,20). En Navidad recibimos en la tierra a Jesús, Pan del cielo: es un alimento que no caduca nunca, sino que nos permite saborear ya desde ahora la vida eterna.
Papa Francisco- Cenit
JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA
Juan significa: "Dios es misericordioso".
Este apóstol tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Y se ha hecho muy famoso por haber compuesto el cuarto evangelio.
En el Evangelio que escribió se refiere a sí mismo, como "el discípulo a quien Jesús amaba", y es evidente que era de los más íntimos de Jesús. El Señor quiso que estuviese, junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su transfiguración, así como durante Su agonía en el Huerto de los Olivos. En muchas otras ocasiones, Jesús demostró a Juan su predilección o su afecto especial.
En el Evangelio que escribió se refiere a sí mismo, como "el discípulo a quien Jesús amaba", y es evidente que era de los más íntimos de Jesús. El Señor quiso que estuviese, junto con Pedro y Santiago, en el momento de Su transfiguración, así como durante Su agonía en el Huerto de los Olivos. En muchas otras ocasiones, Jesús demostró a Juan su predilección o su afecto especial.
MENOS GASTOS POR NAVIDAD

En una reunión con más de 200 sacerdotes con motivo de la Navidad, el Arzobispo de Bangalore, Mons. Peter Machado, en el Estado de Karnataka (India), pidió a las comunidades que presten más atención a los que se han quedado sin hogar y lo han perdido todo debido a los desastres naturales, y que los párrocos eviten los grandes gastos de las celebraciones para ahorrar en beneficio de los pobres.
En ese sentido, el Arzobispo recordó que “Jesucristo nació entre los pobres e indefensos en un establo de Belén y eligió identificarse con los pobres”, y como tal, dijo que es urgente escuchar la voz de los más necesitados, sentir y compartir y aliviar su sufrimiento.
Aciprensa
NECESITAN SENTIRSE AMADOS POR DIOS
"La Navidad es siempre un tiempo para redirigir nuestra atención a los desfavorecidos. Cuando el corazón de un creyente está lleno del amor de Cristo sabrá cómo compartir, cuidar y consolar a aquellos que necesitan sentirse amados por Dios"
Peter Machado
UN PESEBRE EN NUESTRA VIDA
Nadie está exento de que Jesús nazca en su vida, o al menos, por cuestión de espacio. ¿Quién no tiene un su vida un pesebre, una zona sencilla y pobre, un lugar frío y sin alumbrar, en la que, o bien todo se amontona desordenado, o bien nadie visita y se mantiene deshabitada y vacía durante tiempo, y tiempo,...? Si algún día eso dejara de existir en nuestra historia y en nuestro mundo, quizá Jesús nacería en nuestros hoteles y espacios de resplandor. Mientras tanto, mejor acomodar nuestro pesebre, porque es allí donde va a desear encarnarse....
TU VALES MUCHO MÁS
Si hace poco tiempo que has empezado a tomar decisiones sobre el rumbo de tu vida, seguro que te has encontrado más de una vez con que todo tu ambiente te empuja en la misma dirección: el éxito. Ganar el máximo dinero posible, en el menor tiempo posible y con el mayor reconocimiento posible. ¡Ponte en valor!¡Demuestra lo que vales! Nos repiten machaconamente. Son los mantras de nuestro tiempo.
El éxito no es cuantificable. Eso lo sabemos todos. Pero aun así, estamos constantemente midiéndolo. O intentándolo. Lo intentamos medir con notas, salarios, listas de objetivos alcanzados… Pero pocas veces nos preguntamos si es el éxito que queríamos, el que realmente soñábamos o si más bien es el que estaban soñando por nosotros.
Decía Mafalda que, si no llevas la vida adelante, la vida te lleva por delante. La pregunta acerca de qué quiero realmente hacer con mi vida, de verdad, se formula casi siempre en clave de sueño imposible, supeditado a la estabilidad económica o el reconocimiento social o familiar. «Si yo pudiera…», «si me dejaran…» Muchas vocaciones terminan ahí. Gente que quiere estudiar una carrera sin salidas, que prefiere dedicarse a un trabajo manual, que quiere tomar en vida una opción de radicalidad… Y que no lo hace porque el valor está en otra parte.
Toca romper con eso. Y toca no perder más tiempo. Lo que te hace valer es aquello que eres, lo que te levanta por las mañanas y te ocupa la cabeza. Lo que te enamora, que diría Arrupe. No vales por lo que consigues, vales por lo que ya eres. Por lo que quieres ser. Aunque el mundo conspire en tu contra, aunque en tu cabeza resuenen insistentes las voces que te desaniman, que te llevan al camino preestablecido para todos, tienes la capacidad de decir que no. Que eso no es para ti. Que prefieres escuchar lo que te habita, la plenitud que te dice que tu valor está en sentirte realizado, en el lugar en el que crees que tienes que estar y no en el que te han dicho que estés.
Tú vales mucho más de lo que te puedan decir, más que los caminos por los que te quieran llevar. Vales porque sabes quién eres y luchas cada día para vivir conforme a eso.
MARÍA DEL ADVIENTO
¡Dichoso tú, si de verdad, confías!
María lleva a Jesús a su prima Isabel.
Antes de darle a luz, ya lo manifiesta a los demás.
La semilla divina ya está dentro de ti.
Si la dejas crecer se manifestará fuera.
Fray Marcos
María lleva a Jesús a su prima Isabel.
Antes de darle a luz, ya lo manifiesta a los demás.
La semilla divina ya está dentro de ti.
Si la dejas crecer se manifestará fuera.
Fray Marcos
IMAGÍNATE QUE TOCA
Imagínate la escena: llegas el lunes a la oficina y el número de la lotería de Navidad de tu departamento, que no compraste, le ha tocado a la mitad de la oficina. No quieres ni pensar la cara de tonto que se te queda. Con esta excusa compramos el de la oficina, el del bar, el de los amigos, el de las amigas… Imagínate que toca. Si lo pensamos un poco, creo que no es una cuestión de que toque el número o no, simplemente lo hacemos por muchas razones: porque siempre se hace, por si toca, porque forma parte de las tradiciones de estas fechas y cómo no voy a jugar el número de los amigos. Imagínate que nos toca.
Muchas veces me he preguntado qué haría si me tocara la lotería. Me compraría un coche, una casa, invitaría a los amigos a un buen viaje; bueno, dependiendo de lo que me toque. Imagino que todos alguna que otra vez hemos pensado estas cosas. Y creo que es bueno soñar con una vida mejor. El dinero no da la felicidad pero tener la hipoteca pagada es mejor que tener deudas. Defender lo contrario es un poco absurdo, pero quizás hay otros elementos en los que sí podemos detenernos.
Para mí sí hay un problema cuando el deseo no es que algún aspecto de tu vida mejore, sino cambiar de vida. Sin hablar de aquellos que lo necesitan, me refiero al estar continuamente soñando estar viviendo otra vida, levantarme en otro lugar y que todo sea diferente. La lotería, y muchas veces las redes sociales, nos hacen pensar que otra vida puede ser signo de felicidad. Quizás es un buen momento para poner en valor todo lo que tenemos, no lo que nos puede tocar o lo que tienen otros, lo que ya tenemos. Darnos cuenta de que alguna cosa nos puede venir bien, pero que lo más importante de nuestras vidas probablemente lo tengamos a nuestro lado, y que por mucho dinero que entre en la cuenta, eso no va a cambiar. Porque las mayores alegrías y las mayores penas no van a ser distintas.
Ilusiónate por mejorar cada día la vida. Ojalá sepas darte cuenta de que cada día nos tocan muchas loterías, de las que no se compran en doña Manolita. Y si juegas (con un poco de responsabilidad) algún décimo, que la suerte te acompañe.
ESTAD ALEGRES
Estad alegres,
aunque el silencio parezca opresivo,
porque habita en él Su presencia discreta;
cuando os muerda la ausencia de respuesta,
porque Dios acaricia de formas insospechadas;
aunque la tormenta parezca infinita,
porque el sol sigue brillando detrás de las nubes;
si del amor solo sentís añoranza,
porque sigue esperándoos, en recodos del futuro;
cuando la Ley quiera domesticar la esperanza,
porque el espíritu es más fuerte que las cadenas.
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