Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces. Y poco después agregaste: - ¿Sabes?… Cuando uno está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol… - ¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces? El principito no respondió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario