Sientan que tienen una misión
Se lo pidió con fuerza el Papa Francisco a los 700 mil jóvenes reunidos en el Metro Park de Panamá, con ocasión de la Santa Misa por la Jornada Mundial de la Juventud, en el último día de su visita en el país centroamericano. El Papa instó a jóvenes llegados de más de 150 países para la JMJ, a “poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó”, “ahora”, porque les dijo, “ustedes no son el futuro sino el ahora de Dios”.
Tomar parte en el ahora de Dios para llevar la Buena Noticia
Recordando la visita de Jesús a la sinagoga de Nazaret, cuando afirmó: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír” (Lc 4,20-21), Francisco explica a los miles de jóvenes reunidos en el Campo San Juan Pablo II, que Jesús “revela el ahora de Dios que sale a nuestro encuentro para convocarnos también a tomar parte en su ahora de llevar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia en el Señor”.
Un Dios concreto y cotidiano
El Santo Padre evidencia que no todos los que estaban presentes en la sinagoga y escuchaban a Jesús se sentían “invitados o convocados” porque no todos los “vecinos de Nazaret estaban preparados para creer en alguien que conocían y habían visto crecer”. Algo que “puede sucedernos también a nosotros” afirma Francisco porque “no siempre creemos que Dios pueda ser tan concreto y cotidiano, tan cercano y real, y menos aún que se haga tan presente y actúe a través de alguien conocido como puede ser un vecino, un amigo, un familiar.”
Tomar parte en el ahora de Dios para llevar la Buena Noticia
Recordando la visita de Jesús a la sinagoga de Nazaret, cuando afirmó: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír” (Lc 4,20-21), Francisco explica a los miles de jóvenes reunidos en el Campo San Juan Pablo II, que Jesús “revela el ahora de Dios que sale a nuestro encuentro para convocarnos también a tomar parte en su ahora de llevar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia en el Señor”.
Un Dios concreto y cotidiano
El Santo Padre evidencia que no todos los que estaban presentes en la sinagoga y escuchaban a Jesús se sentían “invitados o convocados” porque no todos los “vecinos de Nazaret estaban preparados para creer en alguien que conocían y habían visto crecer”. Algo que “puede sucedernos también a nosotros” afirma Francisco porque “no siempre creemos que Dios pueda ser tan concreto y cotidiano, tan cercano y real, y menos aún que se haga tan presente y actúe a través de alguien conocido como puede ser un vecino, un amigo, un familiar.”
“E incluso a ustedes, queridos jóvenes, les puede pasar lo mismo cada vez que piensan que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa tan solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente”, precisa el Papa, “como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora”.
Papa Francisco-Panamá
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