Una mujer en su gesto valiente de salir de sí misma, superando la resignación de quedarse en casa, oye la canción de la resurrección.
Sin Jesús se siente perdida. Aunque todo esté vacío, si amamos a Jesús, ya estamos viviendo la resurrección. ¿Cómo cerrar las puertas del alma a la alegría que Jesús nos regala en el camino?
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