Yo te pido:
convierte en pan las piedras
para acabar con el hambre de tantos.
Y tú me contestas:
Te he dado el mundo
para sembrar mi justicia.
Yo te tiento:
Quiero que pruebes tu presencia,
para vencer a los escépticos.
Y tú me respondes:
Que hable de mí
tu amor.
Yo te planteo:
Quiero atesorar riquezas
para construir tu Reino.
Y tú me dices:
estoy
en tus manos desnudas.
Semillas de justicia,
amor en las obras
y manos vacías.
He ahí tu camino.
No me dejes caer
en la tentación de los atajos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario