
Escuchar la Vida, la palabra y el silencio.
Pasarlo por el filtro de mi razonamiento, darle orden, ofrecer síntesis...
Destilarlo desde lo que dice el corazón. Más allá de lo escuchado y lo pensado. Ofrecer una capa distinta a lo que emerge "razonablemente".
Y abrir conversaciones. Hacia dentro. Hacia fuera. Y ofrecer desde ahí, un movimiento, que se visualiza.
Y sostener el espacio. Sostener el momento. El tiempo. La secuencia. Sostener el hilo. La cosecha. Lo que es, o mejor, lo que puede ser. Abrir una posibilidad. En ese instante.
Y si sirve bien. Y si no... soltarlo.
Ala, ¿le damos un poco a estos 5 movimientos?
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