EL PAPA PREVIENE DE "PROPUESTAS ENGAÑOSAS QUE QUITAN LA LIBERTAD"


«La libertad es un tesoro que se aprecia realmente cuando se pierde». Con estas palabras iniciaba el Papa Francisco su tradicional audiencia general de los miércoles. Una audiencia en la que el Pontífice ha continuado su ciclo de catequesis centrado en las enseñanzas de Pablo a través de sus escritos a los Gálatas. «San Pablo quiere dejar claro que es Cristo quien nos hace verdaderamente libres, y que hay que estar atentos para evitar propuestas engañosas que nos quitan esa libertad y nos someten al yugo de la esclavitud».

Durante su encuentro con los fieles, Francisco ha asegurado que tal y como sucedió en tiempo de los Gálatas, «el legalismo es un problema también hoy para muchos cristianos que se refugian en él y en la casuística. Por tanto, Pablo nos invita a permanecer firmes en la libertad que hemos recibido con el bautismo, sin dejarnos poner de nuevo bajo el yugo de la esclavitud». «La libertad cristiana se funda sobre dos pilares fundamentales: primero, la gracia del Señor Jesús; segundo, la verdad que Cristo nos desvela y que es Él mismo», ha indicado.

«Pablo es consciente de que algunos “falsos hermanos” se han infiltrado en la comunidad para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud, de volver atrás, y Pablo no puede tolerarlo. Una predicación que impidiera la libertad en Cristo nunca sería evangélica. Nunca se puede forzar en el nombre de Jesús, no se puede hacer a nadie esclavo en nombre de Jesús que nos hace libres. La libertad es un don que se nos ha dado en el bautismo».

Asimismo, el Pontífice ha explicado que «el segundo pilar de la libertad es la verdad», al tiempo que ha explicado que «la verdad de la fe no es una teoría abstracta, sino la realidad de Cristo vivo, que toca directamente el sentido cotidiano y general de la vida personal». «La libertad hace libres en la medida en la que transforma la vida de una persona y la orienta hacia el bien. Para ser realmente libres necesitamos no solo conocernos a nosotros mismos a nivel psicológico, sino sobre todo hacer verdad en nosotros mismos, a un nivel más profundo. Y ahí, en el corazón, abrirnos a la gracia de Cristo» ha indicado.

Para finalizar su exposición, Francisco ha aseverado que «la verdad nos debe inquietar. La inquietud es señal de que el Espíritu está trabajando dentro de nosotros» y ha insistido en la idea de que «la libertad nos debe plantear continuamente preguntas, para que podamos ir siempre más al fondo de lo que realmente somos». «Descubrimos de esta manera que el de la verdad y la libertad es un camino fatigoso que dura toda la vida. Es fatigoso ser libres, pero no imposible. Un camino en el que nos guía y nos sostiene el Amor que viene de la Cruz: el Amor que nos revela la verdad y nos dona la libertad. Y este es el camino de la felicidad. La libertad nos hace libres, alegres y felices», ha concluido.

Ecclesia

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