Le presentaron un sordo que, además,apenas podía hablar.[...]
— Teología de andar por casa (@teologiadapc) September 8, 2024
Y,mirando al cielo, suspiró y le dijo:
Effetá (esto es: ábrete).
[...] se le abrieron los oídos,se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente. (Mc 7, 31-37) #EvangelioDelDia #PalabraDeDios #TiempoOrdinario pic.twitter.com/Kc7DO1gmeF
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