Jesús, en Lucas 19:45-48, irrumpe en el templo, denuncia la corrupción y expulsa a los mercaderes. Su furia desenmascara la decadencia de quienes lucran con lo sagrado. ¿Y hoy? El templo sigue profanado: poder y ambición venden fe al mejor postor. ¿Hasta cuándo la justicia? pic.twitter.com/0e19iolk68
— juanjev (@juanjevtweet) November 22, 2024
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