Un día le pedí a
Dios instrucciones para vivir en esta tierra...
Dios acercó su voz a
mi oído y me dijo:
Sé como el sol:
Levántate temprano y no te acuestes tarde.
Sé como la luna,
brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor.
Sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela.
Sé como las flores, Enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces
Sé como el río, Siempre hacia
adelante.
Y por sobre todas las cosas, Sé como el cielo: La morada de
Dios.
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