MES DE MAYO

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Madre nuestra
Refugio de los pecadores
Reina de la Paz






«Luego dijo al discípulo: ‘Hijo, ahí tienes a tu madre’» (Jn 19, 26-27)
Porque eres madre que quiere a los suyos. ¿Cuántas veces no ocurre que una madre, aun sabiendo de los desatinos y equivocaciones de su hijos, da la cara por ellos, se esfuerza, saca todo el instinto protector, y la confianza en que saldrán adelante? Y eso vemos en ti, también. Generaciones enteras que se han puesto en tus manos. Que decimos, confiados, «ruega por nosotros, pecadores…»sabiendo que tú ves con ternura, con delicadeza, con un amor mayor incontestable, nuestra verdad. Por eso, a veces, es bueno entrar en ese refugio.





Por un momento, déjate proteger, acunar, tranquilizar, en la vida, sabiendo que María es para nosotros refugio en Dios.











La humildad de María (fragmento)

Los poderosos, ricos, grandes,
con sus casas blindadas,

caerán como ídolos de barro

ante el empuje de esta vida
que lleva en sus entrañas,
pero los pequeños sin casa,
sin puertas ni ventanas,
con su existencia al 
descampado,
horizontal como los surcos,
arada por los trabajos y 
quebrantos,abierta al cielo, 
serán inundadosy fecundos 
con el agua de la vida.
A lo largo de la historia
muchos pequeños y esclavos
verán en el rostro de María
los rasgos de su raza,
de su dolor, de su exterminio,
indios, negros, blancos,
de oriente y occidente.
La pintarán en sus telas,
la tallarán en sus maderas,
y en un fluir de romerías
con colores de fiesta,
la humildad de María
alumbrará vida nueva
entre los pobres de la tierra.

Benjamín G. Buelta, sj

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