A RITMO DE DIOS


MIÉRCOLES, 1 de agosto 2018 "TESORO ESCONDIDO"

EL REINO DE LOS CIELOS SE PARECE,,,

SALMO 58


LAS PALABRAS VOLÁTILES


Mucha gente prefiere Snapchat a WhastApp u otras redes sociales porque el contenido se evapora al cabo de un tiempo. ¿Cuanto tiempo necesitamos? ¿Un minuto? ¿Dos? ¿Lo controlamos a voluntad? Men in Black. Un aparato moderno, un proceso tan sencillo como tocar un botón y ¡puf! El pasado está borrado.

En esta deriva en la que parece que las relaciones sociales pasan por filtros, que la felicidad se basa en elementos cuantitativos y que la filosofía cabe en 140 caracteres, el riesgo es que el próximo paso sea la volatilidad de la comunicación. El ser humano ha tardado miles de años en desarrollar un sistema de comunicación tan complejo como el escrito que manejamos hoy en día, muy probablemente, como parte de su búsqueda de trascendencia, de su interés por dejar huella, por sobrevivir a su memoria. Esa memoria escrita, personal y colectiva, es riqueza para seguir avanzando. Somos lo que somos por ciertos escritos. El actual sistema de valores tradicionales occidental se basa en una compilación de textos y cartas de hace más de 2000 años. Y sabemos de dónde venimos por restos de emoticon grabados en una cueva en Altamira, en un palo en Ishango o sobre unas paredes en Egipto.

Lo escrito tiene un peso, porque queda. ¿O es que en tiempos de obsolescencia programada, también nuestra palabra tiene un tiempo de amortización? En tiempos de sociedad líquida, ¿también nuestra palabra puede escurrirse y evaporarse? ¿Dos minutos es el plazo que le damos a la expresión de lo que guardamos dentro? ¿Dos minutos para hacer desaparecer un lo siento o un te quiero, sin dejar huella?

El riesgo es pensar que, efectivamente, lo que eliminamos de una pantalla, ya no existe. Pero no todo tiene vuelta atrás. Y lo que borramos, no lo vemos, pero no desaparece.

ES ASÍ...

DIOS SIGUE LLAMANDO


Cuando escucho decir a algunos formadores y formadoras que la formación, hoy, es casi imposible, con una juventud que llega de un ambiente erotizado, líquido, con experiencias de drogas o abuso sexual, irreverentes, con dudas religiosas, solitarios y podríamos añadir unos cuantos traumas sufridos en la infancia o la pubertad, entro en shock. Primero, porque es falso generalizar y segundo, porque me impacta más la pregunta de por qué son así, a juzgar lo que son. Viven el mundo que les hemos heredado. Somos los adultos quienes tenemos que salir al encuentro de esta nueva juventud, amada y llamada por Dios a servir un mundo cambiante, pero que también busca a Dios.

En general, la juventud que ingresa a la vida religiosa tiene algunas carencias, como las teníamos años atrás, son frágiles física y psicológicamente, muchos no han vivido la experiencia de amor familiar, están embutidos en la tecnología cibernética, tienen poca formación religiosa y vienen a ver si “si” o si “no” les gusta la experiencia. Pero Dios sigue llamando. ¿Dónde está el problema?

Para mí es nuestra dificultad para abrirnos, salir de nuestros esquemas, a veces obsoletos, como nos pide el papa Francisco, para acoger una realidad tan amada por Dios como fue la nuestra hace unos años y que también sacaba de sus casillas a nuestros formadores. En mi experiencia, la juventud, hoy, se deja tocar más por el dolor y exclusión de los empobrecidos, por la injusticia institucional, por la terrible corrupción de los gobernantes. Son permeables al cambio social, respetuosos de las distintas creencias religiosas, abiertos al evangelio de Jesús. Hay miles de voluntarios comprometidos con la causa de los pobres, por todo el mundo.

(Josefina Castillo, aci)

TIEMPO DE PROFUNDIDAD


MARTES, 31 de julio 2018 SEMBRANDO BUENA SEMILLA

EL QUE TENGA OÍDOS QUE OIGA

SALMO 78


¿DONDE ESTÁN LOS CURAS?


No me extraña que tanto jaleo mediático acabe confundiendo a muchos. Supongo que es comprensible que con tanta noticia y confusión haya quien se pregunte por los curas, y supongo que también por las monjas, los laicos y laicas... si es que va a ser verdad eso de que los medios hacen realidad y habrá quien esté perdiendo perspectiva. Que no, que no, no nos liemos, que hay mucha más Iglesia, y mucho más radical y auténtica de lo que se pinta ahí fuera. Hoy, quien quiera conocer la verdad, tiene que moverse y buscar testigos, no altavoces cargados de ideologías.

Me hubiera encantado que esa pregunta se la hagan a los niños que cargan cajas en el mercado de Mfoundi, en Yaoundé –Camerún–, pues seguro que hablan del Padre Alfonso, de Zamora, que lleva trabajando más de 40 años en un Hogar de la Esperanza para estos invisibles niños de la calle. O que pregunten a los refugiados en el campo de Kakuma, noroeste de Kenia, que seguro señalarán a Pau, catalán que con sus poco más de 35 años, estrena su sacerdocio en pleno desierto con estas poblaciones olvidadas. O que les pregunten a los campesinos en Massisi, en el Kibu Norte –Congo– que seguro que reconocen a la hermana Inés, una vasca decidida que acompaña con todo su equipo a quienes la guerra desplaza dentro de su mismo país. O que le griten estas consignas a los pastores de Mongo, en la zona de Guera –Tchad– y obtendrán sonrisas al hablar de Nicolás, por ejemplo, laico de Pamplona con casi 50 años que invierte sus años más productivos en coordinar redes de escuelas comunitarias para los más pequeños, curiosamente para una mayoría musulmana...

Y no haría falta irse tan lejos, pues ejemplos de Iglesia entregada y volcada en acompañar lo ordinario no nos faltan ni en nuestros mismos barrios. Pero es que he trabajado durante años con instituciones de Iglesia en más de 20 países africanos, he podido visitar sus trabajos y equipos de forma constante, y a veces me ofenden algunas generalizaciones. Lo digo porque lo he visto: en los lugares más remotos del continente africano, en los contextos más complejos y abandonados, uno se encuentra a multitud de misioneros y misioneras de Iglesia que están dando su vida junto a los olvidados, invisibles, desplazados y pequeños del mundo. Y ojo, ellos no nos piden nada, soy yo el que hoy clama su ejemplo, porque ayer fue el domingo mundial de las misiones, y porque estos cuatro casos son tan Iglesia española como cualquiera. Eso sí, quizá menos sonados, pero seguro más ejemplares, radicales y evangélicos... porque no todo es lo mismo, por mucho que algunos lo quieran poner así.

Creo que hace días alguien se preguntaba dónde están los curas. Una pena no estar en Mérida para responder. Porque tiene que decirse, que hay mucha Iglesia que aún está muy en forma, muy entregada, muy evangélica... sólo hay que saber a quién preguntar.

DESEOS...

VENID Y VERÉIS

 «Hace unas semanas, un hermano de otra congregación definía ‘hermano’ a un desconocedor del tema, diciéndole: ‘Es como una monja, pero en masculino’. ¿Cómo lo podemos explicar para adultos?». Así me preguntaron el pasado mes de mayo en una entrevista. Respondí lo mejor que pude y supe, pero, como me ha ocurrido otras veces, me quedé con la insatisfacción de no haber hecho justicia a la identidad del religioso hermano.

Sin embargo, tuve una sensación muy distinta cuando pude contemplar, por primera vez, un libro titulado “Hermanos”, de solo fotografías (379, para ser exactos), agrupadas en tres secciones, siguiendo los grandes capítulos del documento vaticano sobre la identidad del religioso hermano: Misterio, Comunión, Misión. De vez en cuando, aparecen algunas frases breves, muy bien seleccionadas, que ayudan a reflexionar, en conexión con las imágenes que se ven, pero el libro es sobre todo visual.

Debo confesar que me emocioné varias veces a medida que iba pasando las páginas, y no solo porque conociera a la mayoría de los protagonistas, sino gracias al gran poder comunicativo de las imágenes. Creo que ese libro de fotos consigue transmitir mejor la identidad del religioso hermano que gran-des tratados intelectuales, que frecuentemente aburren o frustran.

Ese libro recoge el trabajo de un joven fotógrafo profesional australiano, Conor Ashleigh, respondiendo al encargo del Instituto Marista con motivo de su bicentenario. Conor, que se define a sí mismo como “visual storyteller” (“narrador de historias visualmente”), deja constancia de la vida normal y cotidiana de hermanos de los cinco continentes.

Con gran habilidad sugiere, sin explicar, invitando implícitamente a la persona que contempla las fotos a entrar en la historia narrada. Así, “el Misterio” se intuye a través de luces, penumbras, colores y gestos. La fraternidad la encontramos en centenares de sonrisas, abrazos, miradas de complicidad. Y la misión quizás la podríamos resumir en una foto en la que yo mismo, como superior general, estoy lavando los pies a un joven asiático: nacimos para estar a los pies de los niños y jóvenes, acompañando su camino con respeto y amor, siempre a su servicio… “Venid y veréis” tiene más fuerza que todos los silogismos. ¿No será que estamos todos llamados a ser “visual storytellers”?

(Emili Turú, H. Marista)

ASPIREMOS


LUNES, 30 de julio 2018 EL REINO DE DIOS SE PARECE...

... Y VIENEN LOS PÁJAROS A ANIDAR EN SUS RAMAS

Dt 32,18-19.20.21


CAMBIAR PARA MEJORAR


Hace ya meses, Mark Zuckerberg compareció en el Senado de los Estados Unidos en medio de una gran polémica por filtraciones en Facebook. Allí, explicó lo que había sucedido: Facebook había compartido información de muchos de sus usuarios y estos datos habrían sido usados, entre otras cosas, para favorecer a diferentes partidos en las elecciones estadounidenses. En su comparecencia, trató de justificar lo sucedido, aunque sin negar la equivocación, llegando incluso a pedir perdón. Aquella noticia ya pasó al olvido hace tiempo. Y, sin embargo, hay algo que merece la pena rescatar, porque eso no pasa de moda.
Alguien como Zuckerberg, gurú de las nuevas tecnologías, símbolo de la realidad conectada a través de las redes sociales y una de las personas más influyentes de la actualidad, se presenta delante de una cámara como el Senado y admite que internet debería estar más protegido. Quizás se nos ha ido 'un poco' de las manos. En seguida, uno se pregunta: Si no eres capaz tú de cambiarlo, ¿quiénes somos nosotros para intentarlo? Quizás es que no le interesaba, quizás aquella comparecencia fuera sólo un pequeño teatro para maquillar todos estos episodios, y en realidad a él sólo le interesaba que las cosas siguiesen igual. Quizás había un mucho de todo esto. Pero quizás no. Porque quizás se dio cuenta de que se había equivocado verdaderamente, que su empresa y que él mismo, no habían hecho lo que debían. Quizás, con aquellas palabras, expresaba su sentimiento de culpa.

Y ahora, nosotros. Entonces. Y hoy. Podríamos justificar cantidad de problemas de nuestra realidad poniendo en el patíbulo a responsables de empresas como Facebook o gobernantes, políticos que toman las decisiones más importantes. Ellos tienen su responsabilidad. Es verdad. Pero también podemos afirmar que hasta ellos tienen derecho a equivocarse y a mejorar.

A mí, esta y otras muchas realidades, me llevan a preguntarme si estas personas pueden verdaderamente cambiar sus vidas. Cambiar de opinión, darse cuenta de sus equivocaciones y mejorar. Cantidad de errores parece que sentencian de por vida a los culpables y a esas realidades en las que se encuentran. Y creo que no puede ser. No conozco a nadie que no se equivoque. Ninguno ha nacido perfecto, todos cometen errores y estos deberían, sobre todo, ayudar a mejorar. No quiero justificar ningún error, sino todo lo contrario. Conocerlo, admitirlo y enmendarme. De los que ha podido cometer el CEO de Facebook, el gobernante, mi amigo, mis padre… y yo mismo. Que todos nos equivocamos, pero ojalá que también todos sepamos mejorar.

SABER ENVEJECER

NO HACER MUDANZA,,,

NUNCA ES TIEMPO PERDIDO

... PARA TODOS


DOMINGO, 29 de julio 2018 "Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo"


LO SEGUÍA MUCHA GENTE

Sal 144,10-11.15-16.17-18


¿PROFETAS DE ALEGRIA?


En tiempos de dolores y de un mundo fragmentado, urge cuidar y defender la alegría. A toda costa, y sin ahorrar ningún esfuerzo para que la alegría se propague por doquier.

Por momentos parece que la alegría se nos escapara entre las manos, como se escurre el agua. Qué duro es cuando nos abriga la tristeza, el desanimo y el sinsabor. Muchos son los profetas de las tristeza: noticias, estadísticas, gobiernos enemistados, suicidios, la III Guerra mundial, nuevas pobrezas y exclusiones. ¡Cuánto ruido hace el mal y la tristeza! Claro, a veces nos hundimos, como en agujeros negros, en tristezas silenciosas, camufladas de buenas razones y del peso del monótono día a día. 

Entonces, tendremos que armarnos de verdad y del optimismo realista que aprendemos de Jesús. Sí, verdad, porque sabemos que la fuerza de gravedad de nuestra existencia no ha sido ni serán las tristezas. Así, contaremos las estrellas y respiraremos nuevo entusiasmo sin importar cuán agitada sea la vorágine de nuestros afanes cotidianos. Ser profetas de la alegría es ir contracorriente, combatir tanto pesadumbre y caras largas, apasionarnos cada día más y hacer lío. La profecía se funda en la capacidad de denunciar lo que no funciona de acuerdo a la música del reinado de Dios, ahora bien, necesitamos del discernimiento para enterarnos de dónde está surgiendo la alegría nueva querida por el Señor. Es preciso ver el mundo desde la mirada de Dios y así irradiar gozo como el sol inunda el día.

Te has preguntado, ¿dónde están tus fuentes de alegría? ¿cuándo vibra tu piel, se llena la mirada de brillo y las entrañas se encienden?


COMUNIDAD SÍ; ALGUNAS «COMUNIDADES» NO


Tengo que decirles que estoy encantado de cómo es nuestro tiempo. Cómo son las personas y cómo descubro, cada día, infinidad de personas que buscan la verdad. Mantenerse en esa actitud no solo es estimulante, sino que estimo es la única forma de responder a la vida como misión. Desde este punto de vista, creo que este tiempo es propicio y verdadero para el don de la comunidad. Sinceramente descubro personas que buscan compartir totalmente con otros por una causa grande, infinita, que llena todas sus legítimas aspiraciones de ser felices. En ese itinerario de búsqueda también me voy encontrando con algunos y algunas que han dejado de creer en algunas formas denominadas, todavía, como comunitarias. Cada vez hay más claridad y creo está siendo la raíz del cambio, el motor del cambio, la lucha del cambio.

Necesito oír testimonios verdaderos de la comunidad, búsquedas reales y compromisos reales de lo que significa la vida compartida sin otra atadura que la gratuidad del Reino. Por eso cada vez me daña menos la destrucción de algunas formas comunitarias. Aquellas que se emplean a fono en satisfacer los propios complejos, las sostenidas en la medida de la envidia, las relaciones parciales o la vulgaridad de tasar para que parezca todo justo… cuando lo que se logra es que todo sea mediocre. Ya, definitivamente, no me hace daño la extraña amalgama de construir relaciones desde el relato acabado de lo que nos pasó hace unos años, de quien vino, quien marchó o quien se equivocó. Son relatos de soltería o de contención al más puro estilo «Bernarda Alba». La Palabra de Dios es muy expresiva a este respecto, nos dice que los discípulos van volviendo al entorno comunitario, después de la misión, para que descansen con Él, le cuenten y se dejen contar; para que escuchen y hablen con la confianza que también es misión. Porque la comunidad necesita puertas y calle para que tenga sentido el cenáculo y la contemplación; necesita esfuerzo y reconocimiento del trabajo para que tenga donación; necesita tiempos de calidad, y no de ironía, para que cada uno cuente lo mejor de sí, que es la verdad, y así que no se limite la comunidad a aquello que no es: convivencia más o menos educada sin incidencia en la vida, ni en la espiritualidad, por supuesto.

Me encanta nuestro tiempo y nuestra gente porque afirma lo que quiere y no tiene miedo a negar lo que no le vale. No es un tiempo de formas, porque hay tantas como personas. Pero si es un tiempo de valores y esos no mutan, se mantienen. Hay muchos, que ya están dando pasos, se encaminan hacia la verdadera comunidad, luchan por ella y se van encontrando con otros y otras que también creen y se comprometen con ella. Cada vez hay más consagrados comprometidos con la verdad. No se callan y no se dejan envolver por estilos sin vida. Éstos, los que merecen la pena, no están con la crítica en los labios porque saben que su tarea son ellos mismos. Desde ahí, sueñan con ámbitos comunitarios donde la palabra amor no resulte un relato absurdo para la vida que solo adquiere sentido en el marco de una celebración litúrgica. Éstos han entendido que su opción vocacional es por puro amor, sin glosa ni sonrojo, y describen con sus gestos y palabras que la consagración sin amor es solo ficción para estériles.

Es la paradoja del cambio. Estamos transformando la vida comunitaria y avanzando hacia una transparencia que haga posible la comunión para las generaciones de este siglo. Quizá no se note mucho porque algunos seguimos buscando razones para ser en lo que hicimos y razones para convivir en lo que pactamos. Ahí suele desaparecer el «sueño de otra vida posible» aparece la visión práctica que se sostiene en la ironía, el escepticismo, el cálculo y el cargo. Aparece el anacronismo porque desaparece el amor. Definitivamente comunidad sí; algunas formas comunitarias existentes, de ninguna manera.

TE HARÉ OTRO MAÑANA...


ORA SIEMPRE

AMA Y HAZ LO QUE QUIERAS

Globo Corazón Amor Romance Cielo El Amor E

La frase se atribuye a san Agustín y la verdad es que es muy buena. Podría ser una síntesis de toda la doctrina cristiana. Ama y haz lo que quieras. Ante cualquier duda, ante cualquier dilema, tú asegúrate de hacerlo por amor y estarás haciendo lo correcto.
El problema es que amar no es tan sencillo. Como lema está muy bien pero a la hora de concretarlo, surgen los problemas. Porque a veces aquello que creo que es amor no dura en el tiempo. Otras veces, detrás de un acto aparentemente generoso, descubro que me estoy buscando a mí mismo; que en realidad me ofusco si no se me agradece lo suficiente. Quiero amar, pero depende de a quién. Hay gente a la que soy incapaz de amar porque me producen rechazo, o me son desconocidos, o simplemente porque ellos tampoco me tratan bien. A veces no me atrevo a amar por miedo a que me hagan daño. Prefiero simular un sucedáneo de amor, que me permite pasar página sin que duela. En ocasiones, amar supone renunciar a mi tiempo o a mi libertad. ¿Un voluntariado? Sí, pero en cuanto llegan los exámenes…
¡Qué fácil es querer el bien… pero qué difícil hacerlo bien!
Ahora me doy cuenta de la cara oculta de esta frase: ama y haz lo que quieras. Sí, pero ¿quién me enseña a mí a amar? ¿Quién es capaz de proponer un amor incondicional hasta el final? Es ahí donde el cristianismo responde con una vida, con una historia, con un nombre. Jesús de Nazaret, el rostro de Dios vivo. En el Evangelio, en unas cuantas páginas, se cuenta la vida de quien tuvo el valor de pasar haciendo el bien hasta sus últimas consecuencias. Una vida donde caben silencios y palabras; oración y acción; lágrimas y amistades; consuelos y broncas; alegría y cruz. Es la vida de quien se hacía llamar Maestro y amó hasta el extremo. Porque quizá, sólo con él y como él, sí que se puede decir: ama y haz lo que quieras.

VENGO CANSADO

EL PRÓJIMO


El prójimo no es algo que ya existe.
Prójimo es algo que uno se hace.
Prójimo no es el que ya tiene conmigo
relaciones de sangre, de raza,
de negocios, de afinidad...
Prójimo me hago yo cuando ante un ser humano,
incluso ante el extranjero o el enemigo,
decido dar un paso que me acerque,
me aproxime a él.

Carlo María Martini, sj

CONTIGO, MARÍA

PERDONAR PORQUE SOMOS PERDONADOS


¡Cómo cuesta perdonar cuando nos enteramos de algunas cosas...! Nos será más fácil al pensar en lo mucho que se nos ha perdonado.

José A Echevarría

NO ESTAMOS SOLOS



Ni en nuestras caídas
ni en nuestros logros
estamos solos.
Dios camina con nosotros
en cada situación que vivimos.

JUNTOS HACEMOS CAMINO




Solemos encontrar en la vida personas que se convierten en compañeros de camino. Son aquellos con quienes compartimos proyectos, anhelos, deseos de un mundo más humano, es decir, deseamos juntos que Dios y su reino se hagan presente en medio de nosotros. Trabajamos juntos, soñamos juntos y caminamos sabiendo que Dios, el gran compañero, también camina con nosotros.
Vamos encontrando en nuestro camino hombres y mujeres con quienes seguimos haciendo vida este gran anhelo, escrito en lo más profundo de nuestro corazón. Con quienes hacemos camino y juntos buscamos y encontrados a Dios en todas las cosas y todas las cosas en Dios. Agradezcamos al Señor por aquellos/as que él pone en nuestro camino, con quienes somos amigos en el Señor.


REZANDO VOY, SJ. Día 27 de julio 2018

"CONVERTIRÉ SU TRISTEZA EN GOZO"








GENTE SENCILLA


Gente sencilla
Sin dobleces, sin ambages,
abierta a la Vida.
Gente sencilla.
De corazón humilde.
Gente sencilla.
Quizá no sobresalga,
pero es tu preferida.
Gente sencilla.
                                                                     
Leo Ramos

TODO LO HACES NUEVO

SIEMPRE ES EL MOMENTTO OPORTUNO



"Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien". Nelson Mandela

ORACIÓN ANTE EL CRUCIFIJO

REZANDO VOY, SJ.Día 26 de julio 2018



ORAMOS CON MARÍA ANA


En la fiesta de Santa Ana  recordamos, con corazón agradecido, a nuestra M Fundadora, María Ana Mogas. Qué ella nos ayude a vivir en Amor y Sacrificio!  

SANTA ANA, MADRE DE LA VIRGEN MARÍA


Santa Ana es la madre de la Virgen María y la abuela de Jesús. Ella conoció el celibato, el matrimonio, la infertilidad seguida de la maternidad, la separación, la viudez.
¡Su hija María estaba consagrada al Señor! Fue en el regazo de Ana donde María aprendió a orar e inició el conocimiento de la Palabra de Dios. ¡Si creemos que María es nuestra mamá del Cielo, entonces tengamos la certeza que Santa Ana es nuestra “abuela” celestial!
Su nombre significa “Gracia”. Ella nos abre y nos ofrece su corazón de abuela, entonces a su lado demos gracias por su presencia y la de nuestras familias; pidamos bendiciones para nuestras familias y para cada uno de sus miembros, particularmente en el actual contexto social y político que debilita las familias.
Durante esta novena, oremos los unos por los otros, sin importar nuestra situación familiar, todos unidos solidariamente.
Santa Ana,
te pedimos seas la guardiana de la fe en nuestros corazones,
de la gracia en nuestras almas,
de la solidaridad en nuestros hogares,
del amor en nuestra familia,
de la reconciliación en la Iglesia,
de la paz en el mundo.
Mantén viva en nosotros la virtud de la esperanza.
Santa Ana, madre de María y abuela de Jesús, vela por nosotros.
¡Amén!
Aleteia




TESTIMONIO DE UNA MADRE


Mayte García, esposa de Santiago Cañizares, ha vuelto a ser un ejemplo de entereza y serenidad al abrir su corazón en su visita a 'Amigas y conocidas'. El pasado 23 de marzo, uno de sus hijos fallecía con cinco años tras enfrentarse a una larga enfermedad. La fe para esta familia está siendo fundamental.

El matrimonio vivía la insoportable experiencia de sobrevivir a un hijo, y lo hacía asumiendo y abrazando el dolor, pero también entendiendo la misión que había cumplido su pequeño. Una misión fugaz, en la que le colmaron del mismo amor que ellos y el resto de sus hermanos recibieron de él. Cuatro meses después de despedirle, Mayte y Santiago siguen su labor dando visibilidad a la lucha contra el cáncer infantil, concienciando de lo importante que son las donaciones, empatizar con los enfermos y sus familias a través de su historia.

Tanto Santiago como Mayte tratan de hacerles entender a sus hijas que su hermanito tenía una misión y que ya la ha cumplido, ahora tiene otra que es cuidar de todos ellos. La fe para esta familia está siendo fundamental

"Podéis llorar, cerrar vuestra mente, sentir el vacío y dar la espalda. Pero se que vais a hacer lo que a él le gustaría, sonreír, abrir los ojos, amar y seguir

Han sido cuatro meses de intensos cambios y tal y como la propia Mayte contó, las más afectadas por la pérdida fueron las hermanas de Santi, las más pequeñas de la casa, y que fueron sus mellizas. “Podéis llorar, cerrar vuestra mente, sentir el vacío y dar la espalda. Pero sé que vais a hacer lo que a él le gustaría, sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”, les escribió en redes cuando el niño hacía escasas semanas les había dejado. 

Desde entonces, tanto Mayte como Santiago se aferran con fuerza a la vida y a cada regalo que esta les brinda. Cada instante hacen que merezca la pena ser vivido, y así lo agradecen. En esto están educando a los niños, que, poco a poco, aceptan la ‘misión’ de Santi, como a su padre le gusta llamarla, y asumen su rápida partida, aunque el vacío que dejó dolerá siempre. Aún así, Mayte le siente en cada cosa que hace, y cree que el pequeño se ha convertido en un ángel de la guarda para todos los suyos, que les cuidará toda la vida.

Revista Semana

SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA

  san joaquin santa ana padres de la virgen maria patronos de los abuelos

San Joaquín y Santa Ana fueron los Padres de la Santísima Virgen María y abuelos directos de Jesús. 

Santa Ana era la esposa de San Joaquín, y fue elegida por Dios para ser la madre de la Virgen María. Ambos provenían de la casa real de David, y sus vidas las dedicaron completamente a la oración y a las buenas obras. 

Sólo una cosa ellos querían, y con gran deseo en su vida matrimonial, ellos no tenían hijos, y esto significaba, para el pueblo judío, que ellos se encontraban desgraciados a los ojos de Dios. Por fin, cuando Ana era ya era una mujer de avanzada edad, quedó embarazada y nació María, un fruto proveniente de la gracia divina. Ellos fueron santificados por la presencia de su hija inmaculada hasta el momento en que fue entregada en servicio al templo de Dios en Jerusalén.

CREA PAZ EN TU INTERIOR


                                                                                                                              M. Jesús Sáez de Alb

GESTOS


ESTE TESORO LO LLEVAMOS EN VASIJAS DE BARRO Miércoles 25 de julio 2018

"Creí, por eso hablé"

EVANGELIO DE SAN MATEO 20,20-28

SALMO 66


MI PASTOR

¿VIAJAS POR HACER CHECK O VIAJAS POR CRECER?


Selfies, instastories, likes, me gustas, buscar la mejor foto, subirla a todas las redes, comprar muchos recuerdos, mostrar el viaje perfecto, experimentar un sin fin de experiencias... y luego, ¿que nos queda de esto?, ¿tiene sentido viajar/vivir así?

Hoy en día tenemos la suerte de poder viajar/vivir mucho, conociendo otras culturas y países; sin embargo, en ocasiones solo consumimos turismo (quizás también vivamos así...). A veces en los monumentos (como en la vida) solo buscamos el mejor selfie, lo que nos obliga a visitar las ciudades (vivir la vida) a través de las pantallas.

Sin embargo quizás cuando viajemos/vivamos deberíamos atrevernos a cerrar nuestras pantallas y desconectar el wifi... conectándonos así a nuestra interioridad desde la que podemos preguntarnos ¿por qué viajo/vivo?

Quizás haya formas de viajar/vivir que en lugar de ampliarnos las miras, reducen nuestros horizontes humanos y vitales. Por eso, ojalá que cuando viajemos/vivamos tratemos de tener más conversaciones y menos fotografías; tratemos de dejarnos empapar y transformar por la cultura que visitamos, y preocuparnos menos de comprar tantos recuerdos materiales; busquemos más silencio y menos ruido; más experiencias humanas y menos likes en nuestras redes; más llenar el corazón de nombres y personas, y menos buscar vivir la experiencia de moda o lo que la sociedad nos exige; ojalá busquemos con intensidad más tiempo tranquilo para pensar y tengamos menos actividades...

El viaje/vida cambiaría radical y sencillamente si todas las noches fuésemos capaces de sacar un rato para pararnos a poder leer tranquilamente el día recorrido descubriendo toda la novedad'que hayamos vivido.

Porque quizás viajar/vivir consista simplemente en tratar de ir disfrutando y descubriendo el maravilloso mundo que Dios ha creado Por eso, desconecta el wifi del móvil y conéctate a lo importante ¡No viajes/vivas para hacer check, viaja/vive para crecer!

AGRADECER


SEÑOR PASTOREA A TU PUEBLO, Martes 24 julio de 2018

Volverá a compadecerse y extinguirá nuestras culpas,

EVANGELIO DE SAN MATEO 12,46-50

SALMO 84


AGUAS DE DESCANSO

LEER DA SUEÑO


La noticia aparecía recientemente en la prensa. En Itápolis, un estado de Sao Paulo, iban desapareciendo libros de la biblioteca. Hasta que la policía descubrió a un adolescente que los robaba. De esta y las otras bibliotecas públicas. Y los tenía en su casa. 384 libros. Ordenados y cuidados. Y leídos. Por una mezcla de afán de conocer, una peculiar introversión volcada en los libros, y pasión por formarse. Por una desesperada necesidad de poseerlos. Por la pobreza. “Por no estar en la calle”, declaró su hermana. “Iba a devolverlos algún día” –dijo él-. Puestos a analizar, seguro que se pueden poner muchos peros. Insistir en que los libros están mejor en las bibliotecas, al alcance de todos (también de este muchacho) que encerrados en una sola habitación, y hasta habrá algún cínico –siempre los hay- que arrugue la nariz y diga: “Ya sería para venderlos”. Y sí, sí, ya sé que está mal robar, sobre todo para los pobres que no tienen quien explique que lo suyo era otra cosa...

Pero, por un instante, también podemos creer. En la locura de un chaval que eligió leer, soñar, viajar con la imaginación, volar por este mundo que probablemente le estaba vedado de otros modos. En la pasión con que habrá saboreado las palabras, acariciado las hojas que le hayan acompañado durante horas interminables de lectura. Podemos imaginar sus ojos brillantes al descubrir algo nuevo, al intuir otros escenarios, otros personajes, otras vidas. Yo conozco tanta gente que, con displicencia llena de posibilidades, repite “yo es que paso de leer”, que este ladrón de libros me parece más merecedor de aplauso y aliento que de condena. Y le agradezco a ese crío recordarnos que también la palabra es un lujo. Y la lectura, un privilegio. Y la imaginación, un milagro.

AL FINAL...


ESCUCHA... Lunes 23 de julio de 2018

Que ames la misericordia y que andes humilde con tu Dios".

EVANGELIO DE SAN JUAN 15,1-8

SALMO 33


PALABRAS Y MÁS PALABRAS

A veces tengo la sensación de que nos saturan las palabras: en las clases, en la televisión, en los periódicos, en las liturgias, en internet… Y dice san Ignacio que el amor ha de ponerse más en las obras que en las palabras. Y es verdad, pero poner el amor en las obras no impide ponerlo en palabras, aunque eso nos compromete a cuidar la calidad de las palabras.

Y es que hay palabras que aunque no son necesarias tienen una fuerza enorme. Como cuando tu amiga te dice que la conversación de esta mañana le ayudó mucho más de los que sospechabas y no te queda otra que darle un abrazo; cuando el cliente al irse te da las gracias por haberlo tratado con amabilidad y te deja con esa sonrisa medio boba en la boca; cuando tu hijo te dice que te quiere o que la comida está muy rica y se te encoge el corazón; o esa alumna que te ha dado tantos quebraderos de cabeza durante todo el curso te dice que eres la mejor profe que ha tenido y se te humedecen los ojos; o esa vecina mayor que te dice que está más tranquila sabiendo que puede llamarte en cualquier momento.

Como nos indica san Ignacio podemos poner mucho amor en las obras, y también empapar nuestras palabras de ese mismo amor, porque en las palabras nos decimos y en las obras nos realizamos.

LOS NADIE