TIEMPO PARA ORAR


El campo está lleno de recursos para orar. Jesús los utilizó en abundancia. El Espíritu es lugar abierto, donde corre el aire, da el sol, te moja la lluvia, te toca y te habla la vida. Siéntate y ora con este salmo. Lo han hecho antes que tú millones de creyentes. Agradece el efecto curativo que tiene el caminar por el campo con atención. Añádele nuevas estrofas, la belleza produce belleza. 
Oh Dios, tú mereces un himno
de alabanza y gratitud.
Tú cuidas de la tierra,
la riegas y la enriqueces sin medida;
la acequia de Dios va llena de agua,
preparas los trigales.
Oh Dios, tú mereces un himno
de alabanza y gratitud.
Riegas los surcos, igualas los terrones,
tu llovizna los deja mullidos,
bendices sus brotes;
coronas el año con tus bienes,
tus carriles rezuman abundancia.
Oh Dios, tú mereces un himno
de alabanza y gratitud.
Rezuman los pastos del páramo,
y las colinas de orlan de alegría;
las praderas se cubren de rebaños,
y los valles se visten de mieses
que aclaman y cantan.


Salmo 34

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