Cuando vamos a celebrar la fiesta del Corpus Christi (7 de junio) y, en ella, el Día de la Caridad, me viene a la memoria el saludo de Pablo a los cristianos de Tesalónica:
“Debemos dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente y sigue aumentando el amor mutuo de todos y cada uno de vosotros” (2 Tes 1, 3).
¡Qué bonito saludo el de Pablo! Un saludo que tendríamos que hacer nuestro, pues poder dar gracias a Dios porque la fe crece vigorosamente y porque esa fe se manifiesta en el aumento del amor mutuo, en la caridad que crece en todos y cada uno de nosotros, tendría que ser nuestro empeño en el Día de la Caridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario